Un hospedaje diferente. Una finca familiar super cálida para pasar una estadía relajante. Las habitaciones son hermosas y estéticamente cuidadas. Ofrecen variantes en las mismas. Pudiendo tener una habitación interna o individuales con entrada y salida independiente. Cuentan con pileta y un salón común donde por las noches ofrecen cenas caseras. Un menú único y variantes de bebidas. Lo negativo en general es poco. Recomendaría traerse sus propias toallas ya que las cambian cada 3 días. Las duchas son muy malas. Muy poco caudal de agua. Lo cual hace que el baño sea un problema. Si no deseas consumir la cena que ofrecen, podes usar las instalaciones para consumir tus productos. Cuentan con una heladera para huéspedes y un microondas a disposición de los mismos. En los días de verano tiene un bar que trabaja por la noche y ocasionalmente los medio días. Y además una pileta no muy grande. Hubiera querido ponerle 3 estrellas y media. Pero bueno. Puse 4 por los detalles que tiene.