Bar el Cairo

Las personas maduritas como yo (por la edad digo) conocen lo que era este bar en los 80. Un lugar de encuentro antes de salir a bailar (la previa dirían hoy), pero además una referencia para estudiantes, curdas e intelectuales… a mí me parecía que no cerraba nunca. Cuántas historias guardan sus paredes!
Ahora sigue siendo un referente de esta bendita ciudad. Los espacios amplios, el ambiente agradable, el personal muy atento. Carta adecuada y precios acordes.
En una época todos los sábados al medio día llevaba a mi hija a almorzar allí, luego de su clase de circo… era un placer. Al fiondo tenían armado un par de livings, y mientras esperábamos la comida leíamos algún libro de Fontanarrosa de los que ofrecían en la biblioteca/​pared. Un placer que se extendía hasta las cuatro e la tarde.
Pero hoy quiero destacar la propuesta de las clases de tango de los días martes, para todas las edades. De 20 a 21hs principiantes, luego siguen los intermedios y a partir de las 22hs se arma la milonga!!! Los profes son increíbles. Mirá que pasé por varios procesos de aprendizaje y no había manera. Pero con ellos pareciera que es más simple. Una buena opción para salir a bailar.

Emblemático bar de nuestra ciudad por su historia hoy más que nunca me encanta ir de vez en cuando por su nuevo estilo reciclado a nuevo con detalles muy bonitos y de buen gusto. Para todos lis gustos, ir a tomar algo o comer siempre una buena atención y rápida. Amo éste bar desde que era un mítico bodegón en mis épocas de facultad. Se come muy bien. Además hay siempre actividades para descartar como muestras o clases de tango.

Clásico de clásicos en Rosario (perdón por tan siquiera osar escribir una reseña de «El Cairo»). Decoración que juega con lo bohemio, lo teatral, el patio de la abuela (vaya eclecticismo…). Se perciben los fantasmas de los «galanes» en cada mesa… Se percibe la mirada penetrante del Negro Fontanarrosa, acodado en el buzón. Ambiente, digamos, «cosmopolita» y relajado. Muy ricas picadas. Un poquito distraídos los mozos, pero… bueno… :)

Como fanático de toda la obra del negro Fontanarrosa no podía dejar pasar la oportunidad de conocer este lugar mítico de sus encuentros.
Sinceramente, ni bien uno entra ya siente una atmósfera francamente amistosa, el local es amplio, cómodo y sumamente luminoso.
Hay varias imágenes y dibujos del negro, como así también una estatua de él. Existe la posibilidad de comprar unos pocillos y/​o tazas grandes con dibujos creados por Fontanarrosa, por lo que son una excelente opción como regalo.
Gastronómicamente hablando, el Carlitos especial se lleva todos los aplausos: UN MANJAR. Creo que si viviera en Rosario me comería 1 x semana!

El lugar me gusta mucho y la comida es buena. Hay veces que me atienden bien, otras no tanto y otras como hoy que fue una experiencia que mejor olvidar.

Le voy a clavar un 4 porque soy fan de todo lugar adonde viejitos se pongan a bailar el tango.
Llegué a rosario a las 10 de la noche de un martes, hice check in en el hotel y tenía ganas de tomarme una birra tranca por algún lado porque ese día me había atropellado un taxi y me lo merecía (???).
Busqué en Unilocal y El Cairo saltaba como opción a 5 cuadras con buenas reseñas.
Llegué y me encontré más que con un bar con un restaurante estilo bodegón moderno, manteniendo algunos tonos antiguos y un batallón de viejitos bailando tango.
No tenía muchas opciones más así que entré igual, me pedí una buena birra y una empanada y me puse a ver a los viejitos.
La atención un poco lenta pero muy cordial. La cerveza venía al punto justo de frío y en balde de hielo para mantener, dato no menor, con platito de maní. Ya con eso me compraron. La empanada era de otro mundo. Pequeña, pero la masa era deliciosa.
No me pareció muy caro lo que yo consumí, pero vi algunas cosas de la carta muy dispares. Pescados con papas 80 pesos y una pizza 200. Raro.
El lugar es lindo y los baños son muy limpios y modernos.

El bar El Cairo, es básicamente, una parada obligada en Rosario.
Para todos aquellos que llegan a sus puertas, al entrar descubren un ambiente mágico, por todos conocido, como la mesa de los galanes, los grandes intelectuales han pasado por sus mesas.
El lugar genera una atmósfera de los clásicos cafés antiguos, su edificio que fue recuperado después de muchas refacciones a quedado como siempre fue.
El lugar es ideal para llevarte un libro por la mañana y sentir el aroma a café por todo el salon.
Muchas noches se traen bandas y se puede escuchar buena musica.
Recuerden que a cualquier hora que vayan siempre hay gente sobre todo los fines de semana.
A pesar de que siempre esta lleno la atención es muy buena y los mozos son muy atentos.

Bar El Cairo, histórico por donde se lo mire es parte de la historia de Rosario.
Inaugurado en 1943, es famoso por las reuniones de artistas e intelectuales de la ciudad, y a nivel nacional e internacional que ocurrían allí.
Roberto Fontanarrosa fu quien inmortalizó el lugar, creando la famosa «Mesa de los Galanes» donde se reunía con amigos para contar anéctdotas.
En el año 2004, ocurrió un incendio voraz y luego, con intensos trabajos de reconstrucción por para mantener vivas las historias que sus paredes guardan.
Su fachada es imponente, conserva su estilo clásico y su interior consta de varios espacios con decoraciones muy artísticas.
Sus noches de tango, muestras de arte, conferencias de prensa, shows en vivo, la visita de reconocidas personalidades del espectáculo, y sus platos tradicionales hacen del Bar El Cairo un lugar inigualable. Podrás disfrutar de sus desayunos, menú ejecutivo del medio día, cena del día, sandwiches gourmet, picadas y mucho más. Todo muy abundante. La atención es excelente. Para descubrir toda su magia tendrás que visitarlo. ¡Inigualable!

El bar El Cairo está en Rosario desde la década del 40, y se ubica en la intersección de las calles Sarmiento y Santa Fe (Santa Fe 1102). Es un espacio histórico de la ciudad, que se ha convertido en un deber visitarlo para quienes vienen a Rosario.
Además de la variada carta de platos, El Cairo cuenta también con un espacio cultural con biblioteca y un escenario donde cada lunes se hacen presentes artistas locales.
La mesa más famosa del Cairo es la llamada «La Mesa de los Galanes», nombre que nace de uno de los cuentos del más querido humorista gráfico y escritor de Rosario, el Negro Fontanarrosa. Ubicada frente a la caja registradora, La Mesa rinde culto a la amistad y al compañerismo, y es más que nada lo que hace del bar El Cairo un lugar tan especial para los rosarinos.

Un bar emblemático de Rosario. Esta en un lugar bien céntrico donde es un poco difícil estacionar. Un MUST si visitás Rosario.
Una sola planta amplia, techo alto, ventanales. Lugar apto para cualquier momento del día aunque a mi sinceramente me pueden las picadas de El Cairo con una buena cerveza y a la nochecita.
La atmósfera es genial, podés encontrarte con familias cenando, amigos tomando algo, grupo de amigas jugando al Burako… de todo… y encima rodeado de libros, todo en madera, muy cuidado, muy lindo.
Tiene un escenario hermoso y se suelen hacer muchísimas actividades culturales (noche de milongas, noche de cines)
Un espacio reservado y con adoquines adentro hace parecer la calle y vemos un monumento a Fontanarrosa :), y claro que también está bien cuidada la mesa donde se sentaba siempre.
En resumen, tiene una carta variada, para cualquier momento del día, con precios medios y un aura que hace que te encante!

Es imposible ir al Bar el Cairo y no sentir a Rosario, un bar de rosarinos de pura cepa, lleno de historias. El cairo guarda el lugar con la mesa dedicada al negro Fontanarrosa, gran dibujante y escritor, este era su bar favorito y donde nace el cuento «La mesas de Los Galanes «, siempre se reunía con un montón de amigos en la misma mesa y pasaban horas tomando café y contando historias, sus charlas abarcaban futbol, politica y mujeres, de ahí que escribe el conocido cuento de los galanes. Es un bar para ir a tomar café con amigos, disfrutar de la vista de la esquina céntrica, comer un carlitos y respirar el ambiente bien rosarino. La comida mayormente son minutas, platos abundantes y con precios razonables; y los menu ejecutivos de todos los días. En la semana según los días hay bandas en vivo. y se llena de gente que quiere pasar un buen rato escuchando música y tomando tragos. Siempre hay muchísima gente, a veces hay que esperar; sin embargo vale la pena una y otra vez.

Inaugurado en 1943 en la planta baja de una casona, famoso por sus reuniones de artistas e intelectuales locales, nacionales e internacionales. Inmortalizado por el escritor rosarino Roberto Fontanarrosa en su libro «La mesa de los galanes» abrió su esquina en Sarmiento y Santa Fe, luego de que un voraz incendio hiciera peligrar el proyecto de reconstrucción allá por Mayo del 2004.
Leyenda urbana por donde se lo mire, comenzó como un típico café, con mesas de billar, donde los hombres de la ciudad se juntaban para hablar de fútbol, política y mujeres. En la década del 70, tras ser remodelado, se convierte en un lugar donde un público de jóvenes intelectuales hacían del bar un punto de encuentro fundamental.

Es un lugar clásico de Rosario y se abusan de eso para cobrarte. No dejar de visitar la mítica mesa de los galanes!