Ah, el encanto de poder husmear en una casa ajena. La casa de Ernesto Sabato condensa la vida del escritor en sus espacios, objetos y ambientes en los que vivió junto a su familia. El salvaje jardín de la entrada, el orden detallista de su biblioteca, la luminosidad de su atelier, la tranquilidad de su escritorio, la amabilidad de los patios, el cariño de los libros dedicados y las fotos familiares. Todo está a la vista. La casa-museo queda en Santos Lugares y, después de ser restaurada, abrió en 2014 al público. Todos los sábados a la tarde salen las visitas cada una hora, entre las 12 y las 18(el recorrido dura alrededor de 50 minutos, la última empieza a las 17 y no se necesita reserva previa) y las hacen sus familiares: a nosotros nos recibió Luciana, una de sus nietas. Eso tiene un puntito a favor: cuentan la historia de Sabato desde lo que vivieron y comparten opiniones personales, como que en verdad el escritor no tenía problemas de visión tan graves sino que lo exageraba para tener una excusa para pintar y no escribir. Se pueden visitar el jardín delantero, el hall(en donde ya aparecen bibliotecas), el living(con su gran pared repleta de publicaciones, colección que dan ganas de quedarse a revisar por horas), el jardín trasero(que era de su mujer), una habitación en la que está su colección de Sur, el escritorio con la Olivetti en la que tipeaba(y más libros y ficheros en los que ordenaba con obsesión sus documentos) y el atelier. El recorrido lo acompañan algunos videos(hechos por su hijo Mario, cineasta). La entrada es gratuita. Al final del recorrido ofrecen algunos bonos o la compra de sus libros a modo de contribución para recaudar dinero para mantener la casa y encarar las obras que faltan(sobre todo un sótano que se inunda y en donde vivía el productor de cine Federico Valle, anterior dueño de la casa, y en donde Jorge Amado se refugió de la dictadura brasileña). Para quienes vayan desde capital, se puede ir en el tren San Martín hasta la estación Santos Lugares y desde ahí caminar dos cuadras hasta la casa. Reciben a grupos de escuelas, que hay que coordinar con anticipación. Más info en