Confiteria El pan de Azucar

Atravesar las puertas de vidrio de Pan de azúcar es como volver atras en el tiempo. Empleados mayores vestidos de blanco, grandes vitrinas, carteles escritos con letra caligrafica y en la caja registradora, los mismos dueños españoles (te hablan con respeto y siempre de ud) que inauguraron el local a medidados del siglo XX.
Su clientela es fiel y de toda la vida, es comun ver personas de edad saliendo con sus paquetitos prolijamente envueltos con el logo de la confitería.
Ubicada frente a la plaza San Martín –casco histórico de la ciudad rodeado por el Cabildo, La Catedral y el Teatro Real– este lugar conserva la mistica de las Confiterías/​Panaderías de antes.
En su interior podemos encontrar productos que habitualmente no vemos en los supermercados ni en las panaderías del barrio: yemitas, cocadas, bloques compactos de dulce de leche sólido, turrones caseros hechos con miel de arrope, colaciones, islas flotantes y por supuesto los clásicos alfajores de fruta y dulce de leche casero que fabrican con la misma receta de 1960.
Los sándwiches de miga son algo pequeños en relación al precio que tienen, pero por contrapartida, sus sabores no se encuentran en las fabricas de sandwiches habituales, como sucede con el miga de escabeche.
En sus enormes vitrinas encontramos ademas masas finas, productos delicatessen como el paté de jabalí ahumado, trufas, hongos macerados en cognac, jamones serranos, licores, quesos, bocaditos, facturas vienesas y medialunas.
Al fondo, se anexa la rotiseria, en la que se vende lechon rostizado, pollo arrollado, empanadas (recomiendo las salteñas) y diversos menúes que se producen de manera diaria.
En general, y como sucede con los lugares clásicos con tradición en el mercado, sus precios son mas elevados, pero vale la pena darse una vuelta y comprar algo de este emblemático lugar de la ciudad.