Los Pecanes

Vine a pasar un finde a Los Pecanes gracias a Unilocal,y toda la expectativa que tenía fue ampliamente superada.
El lugar queda a una hora y media de lancha colectiva desde la estación fluvial, si vos avisas a los dueños antes (siempre muy amables) ellos se van a asegurar que la lancha pare en su muelle, igualmente el mismo conductor te avisa.
Estando en una zona más alejada, ya dentro de la región que esta protegida por UNESCO el lugar esta muy lindo. Al llegar, te cuentan la historia, un poco de las características de la zona y te dan un tourcito por el lugar.
Alquilé una cabaña para dos personas, la verdad muy cómoda, bien calefaccionada (tuvimos problemas con la estufa apenas llegamos pero al toque nos la arreglaron), espaciosa y con un buen baño, cosa siempre fundamental.
Entre las actividades que se pueden hacer están el avistaje de pajaros para los que sean fans (hay mucho pajaro rarisimo), caminatas por los senderos dentro de la isla que lamentablemente no pudimos hacer por que estaba todo medio inundado, se puede salir a remar con las canoas de la hosteria y si se arregla se puede ir en alguna excursión a los bajos del temor.
Lo más increible y remarcable del lugar es la comida. Básicamente hay que comer ahí por que no hay otra opción y se cobra un precio fijo que contempla el menú fijo (entrada, plato, postre, café) y las bebidas. Es todo riquisimo, abundante y se puede repetir. Los platos fueron cosas como pollo al horno de barro, agnolotis de dios y un asado completo el domingo. Todo siempre con una mesa llena de variedad de ensaladas y unas maravillosas opciones de postres.
El desayuno está bien, no es completisimo pero con lo que se come después no es para quejarse. Lo único es que no ofrece un servicio de merienda formal lo cual capaz genera un bache entre el almuerzo y la cena muy grande, igualmente siempre se puede pedir algun café extra.
Claramente es un lugar para pasar un fin de semana a puro relax, y comida…

NOTA IMPORTANTE: No morir sin conocer éste lugar.
Luego de hora y media aproximada en lancha colectiva (Se toman en la Estación Fluvial de Tigre) o de 40 minutos en embarcación privada.
Luego de abandonar la primera sección de islas (Sector más poblado del Delta del Paraná.
Luego de atravesar el fabuloso Paraná de las Palmas (que en ese área tiene un kilómetro de ancho (1Km!!!), se ingresa al Arroyo Felicaria, y ahí sólo nos queda contener el aliento.
Ubicado dentro de la zona declarada Reserva de Biósfera por la UNESCO, el Felicaria va adentrándose entre la vegetación, mostrando cada tanto alguna casita aislada. Al final de un corto tramo, llegamos a Hostería Los Pecanes.
Atendida por sus dueños (Richard y Ana, amor y pasión por su trabajo) la hostería es, para quienes tuvieron en placer de conocerla, un paraíso sobre la tierra (rodeado de agua).
Si bien la casona cuenta con 4 habitaciones disponibles para huéspedes, lo mejor es ocupar los muy bonitos bungalows que están distribuidos en el terreno, muy distantes entre si (tranquilidad e intimidad aseguradas).
La belleza natural es imponente. Y para todos los gustos: desde los bellos jardines cuidados hasta la crudeza del monte (apreciable desde los senderos preparados para este fin). Especies características del área se cruzan todo el tiempo y los sonidos son infinitos.
La casa trabaja con menú fijo (pastas los días de semana, asado –completiiiiisimo– los fines de semana) que incluye bebidas, entrada, plato principal, postre (unos postres de locos!) y una infusión caliente. Que, si el clima acompaña, se sirve en el deck junto al río o en un inmenso salón comedor anexado a la casona.
Después de comer hasta gritar, llenarte los ojos de belleza natural, quedarte quieto hasta ver como los colibríes (cientos!) de acercan a tu mesa o de tirar pedazos de pan al río y quedarte con la boca abierta viendo como los dorados del tamaño de un perro saltan para devorarlos, tenés la opción de tirarte a dormir una siesta entre los árboles (hamacas paraguayas), tomar sol (reposeras), andar en kayak o simplemente disfrutar del hecho de estar allí… (Mi opción favorita).
Hay excursiones a los Bajos del Temor, un lugar salido de un libro de cuentos (que merece una reseña propia). Y otras propuestas del ramo del eco turismo (expediciones de fotografía, avistaje de aves, etc). (averiguar previamente)
Podría enumerar cientos de buenos momentos allí (Hasta festejé un cumpleaños en la Hostería) pero mejor es que ustedes la conozcan y construyan los propios.
Los Pecanes es un paraíso, no se lo pierdan.
Saludos,
I.-