Villa Julia

Hermoso lugar frente al río en Tigre. Hermoso el día de hoy, llegué acá invitado por la familia de mi novia a tomar el té.
Nos sentamos afuera, mesa cómoda. Lamentablemente la atención fue lenta y con poca gana.
Por fortuna lo que pedimos era rico y abundante.
Reseña con sabor a poco, como la decepción de venir a este lugar.

Beautiful setting in an old style home that doubles as a hotel/​restaurant in Tigre outside Buenos Aires right on the river. The food is typical Argentinian Padilla served by a friendly staff that will do their best to help given their very limited English. The steaks, however, were just so so, a bit fatty and the sides rather bland. Still, it’s nice to grab an outdoor seat and enjoy the property. Prices aren’t anything to complain about. Though the food was just ok, it still was a pleasant dinner.

Nice location. Old house facing the riverfront. Price wise ok for the food you get. The service was ok it was however slow (allow 1.5 hrs for lunch so you’re not rushing).

Villa Julia es una antigua casa, a la que llaman mansion pero no lo es, en pleno centro de Tigre con vista al rio. Muy bien mantenida y divina! La abren como petit hotel, lugar para desayunar o merendar, almorzar o cenar.
Dato: se puede alquilar una parte del salon comedor para hacer reuniones laborales, el lugar es lindo, no es para mucha gente, sugiero máximo 6, tiene proyectos y servicio de coffee.
El lugar es un 10, la comida es un 5, las tortas un 7.
Es ideal para ir una tarde de verano un día de semana, sentarse en el jardín, pedirse un rico te verde y estar acompañado por un buen libro.

Tenía que organizar una cena de fin de año para el trabajo con unos requisitos muy específicos: tiene que ser en Tigre, la comida y el vino deben ser buenos, el lugar debe ser agradable y tiene que tener mesas afuera porque hay fumadores. Así fue como di con Villa Julia.
Esta mansión centenaria diseñada como casa de verano del Ingeniero Maschwitz hoy en día funciona como un bellísimo restaurante pero también como un hotel. Yo solamente fui a cenar y cumplió ampliamente todas las expectativas. Nos dieron una mesa redonda y amplia en la galería. Era una noche de verano pero no demasiado sofocante y como estábamos enfrente del río corría vientito.
La comida estaba muy rica pedimos rabas, que llegaron crocantes como deben ser y unas bruschetas super sabrosas. Yo después me pedí un salmón grillado también muy rico y fresco. Y de postre compartí una copa helada deliciosa que tuve que compartir porque era un Monte Aconcagua de helado.
El jardín tiene varias mesas y un gazebo así que supongo que se deben poder organizar eventos más grandes. No me hospedé en el hotel pero sé que son pocas suites tipo hotel boutique y vi que tienen una piscina así que me parece una opción buenísima para ir un finde de verano porque aparte está cerca de la estación de tren, nada de andar tomándote una lancha para llegar.