Hotel Touring Club

Tania una hora y moneditas entre que llegaba a Trelew y mi colectivo salía hacia Comodoro Rivadavia. La terminal de esa ciudad lejos una de las más feas que vi en la vida y sabía que comer ahí no era una opción. Pregunté y me dijeron que por la peatonal Fontana podía conseguir algo y estaba a tres cuadras así que agarré mis bártulos y salí.
El Hotel Touring Club me había llamado la atención por su fachada clásica y estancada en el tiempo pero no fue mi primera opción. Al ver que el tiempo se me escapaba decidí volver y pedir algo que no tardara demasiado para saciarme antes de volver a viajar durante la noche.
Entré y de no ser por los televisores modernos que exhibían el partido del día hubiera jurado que había viajado en el tiempo. Un salón extenso, amplio y alto con sillas y mesas que tuvieron su época de esplendor muy juntas unas de otras comienzan desde la puerta y hacia la ambos lados. Del otro lado una barra gigante, tan larga como el fondo del salón decorada casi sin querer con infinidad de botellas que se acumularon con el paso del tiempo.
Busqué una mesa con un enchufe cerca y en solo minutos uno de los mozos ya me estaba tomando el pedido. Sencillo: una cerveza y una milanesa completa al plato con papafritas. La comida llegó rápido y la atención fue muy cordial. No arriesgué a pedir carta porque en estos lugares no suele haber y el tiempo apremiaba.
No fue LA milanesa del año pero era aceptable. Para mí la ventaja del lugar es la cercanía a la terminal de ómnibus y la posibilidad de comer algo más «casero» que un patty de cadena de fast food. Además de la nostalgia, creo que no hay más que agregar de este sitio.

Si, entiendo que es un lugar histórico y bla bla bla, la atención es muy buena, pero la verdad que no es un lugar para quedarse una semana, nosotros nos quedamos una noche porque estábamos de paso, lo mejor que tiene es la ubicación y el WIFi en la habitación vuela.

So Butch Cassidy and the Sundance Kid stayed here for a couple of days in the 1800’s. Except for the plastic lawn type furniture, the bar at Hotel Touring Club hasn’t changed much. Step in to the past and have a drink! Bar has beer, wine (?), and plenty of liquor. The bar also has a basic menu with migas sandwiches and food made on made on a stove top grill.

El restaurante es un lugar detenido en el tiempo, conserva la magia de otra era. Todo el menú es clásico y las porciones son grandes, abundantes. La inmensa cantidad de botellas y adornos antiguos, te llevan a otro tiempo y hacen que pasar un rato acá sea una experiencia increíble.