Café Crespín

Fui a desayunar ya dos veces a Café Crespín, y tuve experiencias similares.
Empecemos por lo mejor que tienen: los cinnamon rolls y la french toast. El menú de desayuno de french toast incluye un café, un pequeño jugo de naranja y french toast con huevos revueltos y panceta. Es un super desayuno, y va perfecto con maple syup (jarabe de maple) que podés pedirle al mozo (aunque deberían traerlo siempre).
También podés pedir las french toast dulces, que no son parte del desayuno sino un postre, y vienen con crema y frutos rojos. Y es delicioso.
Por otro lado, el cinnamon roll es riquísimo. Viene tibio, con mucha canela y nueces. También se puede pedir como postre, donde te traen un cinnamon roll grande con helado, y queda muy rico.
La limonada es rica, y la limonada de marcuyá también tiene su encanto. Eso sí, para mi gusto les falta mucho azucar, pero se le puede agregar.
También probé la torta de manzana, que estaba muy buena. Y las medialunas son muy ricas.
Lo otro positivo del local es la ubicación. Está cerca del río, en una calle tranquila, llena de otros locales de comida y con mesitas afuera. Es hermoso para ir cuando está soleado y desayunar al aire libre.
Ahora con lo negativo: la atención. Nunca nos trataron mal, pero no sé si los mozos no están entrenados o las dos veces tuvimos mala suerte.
El servicio es lento, muy lento, aún habiendo pocas personas. Además, nos fueron trayendo las cosas en distinto orden, y se olvidaban de parte del pedido. La primera vez, la torta de manzana la pedimos con helado, y se olvidaron. Cuando le dije, se la llevó y la trajo con crema en vez de helado. Para traer el jarabe de maple tardaron bastante, se olvidaron las medialunas hasta que le dijimos. En la otra ocasión, se olvidaron de un café y de un cinnamon roll.
En síntesis, el lugar es muy lindo (sobre todo afuera), no tanto adentro) y la calidad de la comida hace que valga la pena volver. Pero pierden una entrella por la atención.

Siempre oí maravillas de Café Crespín, tanto por reseñas en Unilocal o por amigos pero nunca supe que había una sucursal en Vicente López.
Es un lugar pequeño, que esta ubicado sobre Hipolito Yrigoyen, frente al boulevard, y a pasos del Paseo de la Costa, en una zona que creció y se desarrollo mucho en los últimos años.
Nos sentamos dentro, también hay lugar afuera, la cocina esta a la vista, nos traen la carta y nos decidimos por un desayuno de «French Toasts» con Tostadas de Brioche con canela y jarabe de maíz, acompañadas con huevos revueltos y panceta crocante y unos «Hot cakes» de banana con Dulce de Leche, ambos desayunos venían con Café con Leche y Jugo de Naranja Exprimido, ademas no podíamos irnos sin pedir el famoso «Cinnamon Roll»,
La atención fue muy buena, fue cordial, atenta y amable.
Muy buenos precios. Tienen el plus que aceptan tarjetas de crédito y débito.
Los lunes están cerrados, los demás días abren temprano entre las 8 y las 9 de la mañana pero cierran entre las 19 y las 20 hs.
Se puede estacionar por la zona y los alrededores sin inconvenientes.

Cada vez que vamos decae la calidad de la comida y la atención, de veras que da bronca que te cobren como si fuera un gran resto y haya que pedir hasta la sal cuando pedís una ensalada y al pedirles también el aceite te aclaren que «ya tiene» como si fueras a joderles la economía… Van a durar poco más si no mejoran pronto.

Un lugar increíble, había ido al de villa crespo por lo que tenia altas expectativas que cumplió, esta ubicado cerca de la costa de Vicente Lopez para poder después pasar el día en la zona.
El local es no es grande, tendrá algunas mesas adentro y un par mas afuera hay que ir temprano porque se llena.
Pedí un desayuno de french toast que viene con huevo revuelto y panceta, espectacular la panceta muy bien hecha, las tostadas riquísimas y el huevo revuelto también. la porción es grande algo muy positivo y pedí maple syrup para echarle arriba.
Otra cosa por lo que se lucen y mucho son los rols de canela, no se puede ir y no pedirlo.
Tiene muy buenos precios para la calidad y cantidad de comida.

Una verga,
Viene decayendo hace rato, fui a almorzar y la comida fue malísima.
Pedimos una hamburguesa que teóricamente venía con tomate, cebolla colorada, pepinos y queso.
El paty era 0 tierno, tenía una rodaja de tomate que era blanco, dos rodajas miserables de pepino y 3 rodajitas de pepino. Que ratones! No es barata para nada para ser tan tacaños.
Pero eso no fue lo peor, mi mujer pidió un Sandwich de bondiola estofada que no se acercaba en calidad y cantidad a cualquier bondiola a la parrilla de la costanera.
No vayan a almorzar, si tienen ganas de arriesgarse, vayan al brunch los domingos

Ideal si estas por la zona de vicente lopez y queres almorzar algo tranqui o simplemente merendar, precios muy accesibles sobre todo si trabajas por ahi y tenes q comer todos los dias afuera.
Tiene una carta acotada pero variada, el lugar tiene mesas afuera donde pega un poco el sol, te hace estar a gusto y comodo y adentro tambien tiene algunas mesas.
Se puede ver un poco la cocina y ver como preparan todo con ingredientes frescos y con mucha higene.

Hermoso y sencillo lugar en Vicente López, es una excelente opción Si andas por la zona tanto para algo dulce, o tentempié o para comer, con una carta acotada pero con buenas propuestas pase un buen medio día con mi novia. Las ensaladas que pedimos eran abundantes. Y en comparación de los demás lugares de la zona es uno de los más económicos.
Recomendación: limonada con Maracuya

Ubicado al lado de Naná, en la Av. Pres. Hipólito Yrigoyen y Bartolomé Cruz.
Es un lugar chiquito pero colorido y pintoresco.
La carta tiene variedad de ensaladas y sándwich.
Aceptan tarjetas y débito.
Tomé limonada con maracuyá (super rica y fresca) y sandwich de bondiola con cebolla caramelizada, mostaza con miel, muyy rica.
Me encantó el lugar.

Excelente el café, muy rico. Voy después de darme unas vueltas en bici por la costa de Vte. lópez, cuando quiero trabajar un rato o leer aprovechando que estoy despejada del aire del río y ya voy saboreándolo desde la bici. También está muy bueno para ir con amigos a compartir un desayuno tardío o un té de fin de semana. Ojo, suele llenarse y te sentís que es tu día de suerte si el fin de semana conseguís mesa de una pero, bueno, nada tremendo. En la semana es más fácil, aunque el almuerzo se llena de las oficinas de la zona. Riquísimo el brownie, largo que da para compartir, los budines y todo muy NYC! Pero tranqui, cero show. Si vas con tu perro, le dan un plato con agua. Muy buena onda! Cierran los lunes y cierran medio temprano algunos días, antes de que anochezca.

Banco mucho café crespin. El local es sencillo, nada pretencioso (que para la zona es un hallazgo) y la comida riquísima. Recomiendo fuerte el brunch que es apto para compartir.
Si te sentás en las mesitas de afuera, podés llevar a tu mascota.
Ah! Aceptan tarjetas de crédito.

Love this place for Brunch, eggs, potatoes, smoked salmon, coffee and french toast for two, the equivalent of $ 14USD.
Outdoor seating by the park opposite hi-​rise apartments, great area, great place.
Staff is great but simply not enough servers, you can wait for attention.

Conocí Café Crespín buscando algo en particular: Cinammon Roll. En Internet había encontrado varias páginas que recomendaban el de este lugar, así que una tarde de verano decidimos ir con mi novio a probarlo. Este local está ubicado en Vicente López, muy cerca del Paseo Costero, una zona que en este último tiempo está expandiéndose mucho. Está justo frente a un boulevard y se puede acceder fácilmente en bici desde el río.
El local es chiquito pero tranquilo, tiene poquitas mesas adentro y unas más en la vereda. Si está lleno, pueden optar por comprar café y cosas ricas para llevar. Nosotros nos sentamos adentro y pedimos un café y un roll para cada uno. La verdad, estaba riquísimo! Lo malo es que era domingo y cerraba temprano, así que no nos pudimos quedar mucho a disfrutar el lugar. Una gran opción para merendar en un lugar distinto.

Esta sucursal de Café Crespín es excelente a pesar de ser chico porque está justo al lado del vial costero de vicente lópez. Me resulta muy bueno por que suelo frecuentar el vial con mi papá. Él se lleva sus rollers y se pone a patinar y yo corro un rato. Cuando los dos terminamos de ejercitar nos juntamos y a veces cuando el hambre posterior al deporte nos mata vamos al Crespín.
Es lindo, con una decoración muy parecida a la de Villa Crespo (paredes blancas con algunos colores aqui y allá) y una carta igualita. Amo amo mucho el yoghurt de maracuyá (con pulpa de la fruta mencionada!), pasas y pedacitos de mango. De lo salado se lleva al premio el sandwich de pastrón con mostaza y pepinitos.