Es la nueva fiambrería del barrio y desde el día 1 somos clientes. A parte que la tenemos a dos cuadras de casa, tienen productos buenísimos, mucha variedad y con precios súper accesibles y muchísimas promociones. El lugar está muy bien puesto, es re limpio(cosa que me parece fundamental en este tipo de locales) y la atención es bárbara, todos siempre con la mejor onda y eso sí que suma! Como toda fiambrería, también hay algo de vinos, aperitivos, etc. pero en eso sí elevan un toque los precios y no es nada que no vayas a conseguir en otro lado. En definitiva, se volvió EL lugar del barrio para comprar fiambres y la recomiendo mucho si andan por acá.