Liguria Manuel Montt

Siempre que voy a Liguria quedo con esa sensación de limbo entre que no sé si lo bueno es superior a lo malo o viceversa. Generalmente voy a esta sucursal y de antemano debo decir que jamás lo he encontrado un local ondero, con actitud, para salir especialmente a tomarme unos tragos, ni mucho menos como previa antes de un carrete. Creo que hay una sobrevaloración por lo que la marca Liguria significa en la gastronomía chilena. Sin embargo, voy porque hay otros factores que aprecio.
Hoy las bebidas estuvieron excelentes, una Calsberg y un aperol spritz, perfecto. Unos manicitos para acompañar y poder extender la conversa. Pero desde el minuto que nos sirvieron los tragos y dejaron el canasto con el maní el Garzón nos omitió forever. Pasó una larga hora antes de que pudiera captar la atención de alguno de los garzones para ordenar nuestro pedido. Ya en verdad estábamos dispuestos a irnos sin cenar porque era demasiado el desinterés
Ordenamos y la comida llegó extremadamente rápido, un costillar de cerdo y unos calamares apanados con salsa tártara. Estaban exquisitos ambos platos, contundentes, ni siquiera sobrecocidos, recalentados, nada! Todo perfecto. Por esta razón, la experiencia de hoy quedo en ese limbo de odiar o amar un restaurante. La comida y la bebida perfecta, la atención fue mucho peor que mediocre. Precios? No es el promedio pero tampoco seríà la ruina ir a cenar acá. Lo que sí encontré una grosería fue una ensalada tomate palta en 2.800 pesos. Ni que me hubiesen traído el tomate en una bandeja con incrustaciones de diamanté y Piedras preciosas. Pero Bueh. Así es la cosa.

Classics never die. Y Liguria es EL clásico de Santiago de Chile para disfrutar una mezcla de platos típicos Chilenos y bistro estilo NY.
La decoración y atención te hacen acordar a restaurantes que viste en muchas películas de mafia neyorkina. Me daba miedo ir al baño, mirá si aparecía Michael Corleone con una sorpresa.
La verdad, me encantó. Excelente atención, vino rápido la comida y la bebida y los precios no fueron tan descarados como otras opciones.
Comí un osobuco arvejeado (básicamente con un guiso de arvejas, papas, calabazas y cebollas) y la carne estaba riquísima. Super suave y sabrosa.
Pedí 2 negronis y deliciosos. Y en serio pagamos menos que en otro bar comiendo 2 sándwichs y 2 bebidas.
Aparte, es rock. Hay que ir los días con banda en vivo.

Es bueno El Liguria, pa que andamos con weas. La mechada luco es mas rica que la cresta y el entorno y onda del bar es bien bueno. Van buenas minas, treintonas, un tanto desesperadas, bien ricardas, por lo que es algo sensual el ambiente.
La wea es cara y punto, pero para ir una vez a las mil no está mal.
Uno entra y se imagina escuchar la música de los tres, vayan, se los recomiendo, pero vayan con plata.
Lo pajero es que hay q esperar un tanto para entrar, es un bar bien popular, en lo que a masivo de refiere.

Acá podríamos discutir horas. Qué gran lugar es el Liguria.
En sus recovecos de madera terciada, como sacados de un set de El Padrino, está la historia de la transición chilena. La whisquierda, o el red set del Liguria, su borgoña, su mechada, sus riñones al jérez, el picoteo con costillitas de cordero y/​o pollo al ajillo.
Nada que decir por ese lado. Notable toda la carta del Liguria. Llegar aqui es saber q algo está pasando. Te puedes encontrar con una mesa de celebridades de la cultura y la política, o de repente con una tocata sorpresa del músico chileno top del momento.
¿Dónde se va todo un poco por el tacho?. Los precios.
El Liguria no tiene nada de «picada». Imposible sentarse en una mesa y gastarse menos de 15 lucas por cabeza. Pero supongo q eso es lo q uno busca.
Pagar por un rato memorable. Si es por eso, hay q ir. Es más, ningún extranjero debería dejar de pasar por estas mesas y charlar un poco con los mozos, q son la mitad del encanto de este, un lugar tan mítico como La Moneda y La Piojera.

Liguria is a stand out in the restaurant-​rich area of Providencia. The place was packed but we managed to get a table with ease given the restaurants three floors.
The food and service were great and prices were reasonable given the portion size and quality. What put this place over the top was the incredible atmosphere — a loud bustling space with excellent décor and live music. Love love love

Hey at least they have wifi, which took a while to get as they seem very protective about it… stupid. Maybe it’s me they respond to (by sight) but the attitude of the waiters… homey you don’t know who I am. dp

We came here twice during our week in Chile. The service was great (yes all Spanish, but the English speakers would help if around). Everybody was always more than nice and helpful. Also, It seems like the tip is included automatically anywhere you go (at least in Santiago), and they set it at around 10%. Great place to eat!

Este local del Liguria es un clásico de clásicos en Providencia.
Para ir a comer en grupo, recomiendo irse a la segura y reservar antes porque de verdad que se llena, incluso los días de semana.
Dentro de mis recomendados, un infaltable es el borgoña tinto frutilla o la versión con vino blanco y chirimoya, que se puede pedir por vaso o por jarra, para conversar en grupo y compartir.
En lo que respecta a comida, uno de mis platos favoritos es la lasagna. la porción es absolutamente perfecta, tiene bastante sabor y buena cantidad de relleno para quedar contento a diferencia de la mechada que a veces está deliciosa y en otras oportunidades con un sabor un poco aguado que la hace medio fomeque.
Para compartir, una opción buena es que queso de cabra derretido con rúcula, en una porción perfecta para dos.

Lleve a mi familia que es de fuera de stgo al ya mítico liguria incluso aparece en los mejores restaurant en la lista de la CAV así que mi viejo entusiasmado. Muy buena atención una amplia carta de vinos y de sándwich precio razonable y un agradable local el pequeño «problema» es que al pagar la cuenta nos percatamos que la mayonesa se paga lo cual encontré una roteria del porte de un buque pero nos dio un ataque de risa es como si te cobraran por el pan o la mantequilla que te ponen en la mesa, estando allí no te da la sensación que te puedan cobrar algo tan ínfimo como la mayonesa es como tragicomico se que es un detalle pero los buenos restaurant se construyen por los detalles, saludos.

Just had a late lunch here. The eclectic atmosphere was entertaining, the food was good and the staff was terrific. What more could you ask for.

La comida exquisita muy bien preparada, sobre todo los sandwiches que son muy variados, llega relativamente pronto tu pedido. Los mozos un poco secos, deberían sonreír más. Antes de las 8 se ve gente más mayor comiendo, después de las 9 llega la más gente joven y se llena, cuesta conversar, no se escucha nada. El local es hermoso, su decoración con antigüedades es muy acogedora y el baño está impecable. Un poco caro.

Muy rico restaurantes de comida chilena. Full recomendado la mechada con tallarines o el costillar con puré a la chilena.
De postre una torta mil hojas manjar! Atención en general no muy rapida… Pero cual es la prisa?

Muy buena opción, más por la comida que por la bebida. La mechada Luco es dato seguro.
Viernes o sábado puede estar lleno, si va en grupo de mas de 4 llegue temprano o trate de reservar

Un lugar que destaca lo mejor de la historia chilena, pero en la comida!

El Liguria es ya un clásico… uno de los lugares infaltables adonde llevamos a la visita extranjera, por su oferta culinaria, por si tenemos suerte de alcanzar un show en vivo y por su decoración que recoge material gráfico, artículos, carteles y una serie de cachureos que le dan una ambientación criolla a este local que, entre sus apariciones en la TV por las gracias de Chino Ríos y la alta presencia de personajes del «jet set nacional», se fue poniendo snob en las últimas décadas…
Pero más allá de lo ondero del lugar, hay que decir que se agradece la buena cocina. Especialmente las mejillas de merluza al Pil Pil: suaves bocados de pescado a la greda que se deshacen en la boca con un leve picor, agradable sin llorar. Una delicia.
Con buena racha, un día jueves con menos de media hora de espera alcancé mesa y show en vivo de bronces (con la presencia de Parquímetro, el trompetista de «¿Cuánto vale el show?») y un segundo plato musical de cuecas bravas, que terminó haciendo que a dos parejas les picaran los pies y se hicieran una estrecha pista entre mesa y mesa.
Un imperdible capitalino, con todo y espera, con todo y cliché.

O Liguria é um dos restaurantes mais tradicionais de Santiago. Possuem um cardápio variado de comidas chilenas (desde peixes e mariscos até comidas mais «de campo» e «criollas», como «porotos con rienda» (uma mistura de feijão branco com macarrão e legumes) e costelinhas de porco com «charquikán», um guisado de origem mapuche feito com milho, abóbora e batata.
Eu optei por algo não autóctono: nhoques com pesto. Mas estava muito bom. Eles têm um menu de vinhos muito extenso também. Há três filiais, e eu fui à de Manuel Montt. O lugar é enorme, com uma linda decoração. Há dois andares e um grande hall com uma escadaria antiga, um lindo papel de parede e um sem-​fim de quadros de todos os tipos. Neste hall ocasionalmente há apresentações musicais — aí pude ver um concerto de Camila Moreno. Como o lugar estava bastante cheio quando fui, o serviço não foi tão rápido. Mas os garçons eram agradáveis.

Un restaurante con una atmósfera como de otra época y bien criollo. El Liguria, desde su fachada hasta los muros interiores está lleno de elementos bien chilenos.
Una imagen muy bien lograda, que ofrece platos típicos nacionales (la mechada italiana y los gnoquis son recomendados). Por cierto, la carta de vinos y tragos es amplia y tiene al borgoña con la piscola como bandera.
A pesar de que nunca he tenido una mala experiencia, no sé por qué siento que este es uno de esos locales nacionales que se han transformado en un mito, un lugar turístico sobrevalorado, más que un lugar realmente bueno.
He ido varias veces porque a mi hermano le gusta harto, pero siempre salgo con la idea de que es mucha pose y una atención lenta y un poco cara para lo que realmente es. Según mi hermano sólo soy yo, así que los invito a ir y me cuentan después si coinciden conmigo.