Un oasis para los skaters de la comuna. Cada vez que paso por este skatepark está lleno, eso de que los menores de 20 año no conocen temperaturas extremas es de lo más acertado, los veo tarde completas tratando de sacar los trucos no importando cuántos porrazos se den. Lo que me gusta de esta cancha es que, aparte de servir como lugar de recreación sana, es que no es excluyente de nadie: van niños que recién están aprendiendo el tema, como los más adentrados y todos se respetan. Tiene sus desniveles y cajas largas, cosa que promueve más el tema de deslizarse que andar saltando todo el rato. Lo que sí puedo decir, y que me lo han comentado algunos muchachos, es que al ser pequeña, ésta se hace más apta para los principiantes, pues no necesitas andar mucho para llegar a un obstáculo, haciendo que no disminuyas la fuerza del movimiento. La cancha está abierta todos los días y es gratuita.