Tavola

Me ha tocado ir a Tavola por almuerzos de pega. Digamos que está lejos de ser mi italiano favorito pero cumple igual.
El plato que más me gusta, simple y sabroso, es el de ñoquis con pesto. Los ñoquis son suaves, con una muy buena masa que se desarma en el paladar, sabrosos y con un pesto ídem. He probado de la carta la provoleta — que nos llegó fria pero estaba bien rica– a $ 4.500, unos spaghetti chitarra: pasta fresca delgada que imita las cuerdas de guitarra, con salsa de tomate y rúcula a $ 6.300 y la misma pasta con salsa de tomate, mechada y albahaca muy buena a $ 6.900.
Los platos son abundantes, el lugar es cómodo y la atención es bastante prolija, en sabor queda un poco cojo con algunos detalles como ese toquecito de queso sobre algunos platos o la poca generosidad en algunos ingredientes, mi pasta con rúcula venía solo con 3 hojas de rúcula, tuve que pedir más y la respuesta de los mozos fue atenta, nos trajeron un plato con una buena cantidad.
Un punto negativo es el precio de los jugos naturales. Es lamentable que teniendo tantas frutas ricas, se cobre más de $ 2.000 por un jugo natural y más encima en verano, cuando abundan duraznos, damascos, sandía, melones y más, me parece un despropósito. Acá los jugos costaban $ 2.700, demasiado!

La especialidad son las pizzas y las pastas. Sí, los Ravioles con Salsa Pomodoro son buenísimos, pero quiero recomendarles otros platos.
La Ensalada César Camarón es de las mejores que he probado y los postres… OH-​MY-​GOSH, los postres!!! Tienen que probar la «Torta Vizzio». Yo fui una privilegiada en probarla, porque no siempre está en la carta y es una bomba nuclear de suculento chocolate coronada con bombones Vizzio. Si no la encuentra, pídase un Pie de Limón, simplemente el más rico que he probado in my life.
La atención es buenísima, tanto que los mozos (cuando a eres cliente frecuente) te ven pasar a otro local del Bulevart, salen a preguntarte si los vas a traicionar.