Cuando vivía en San Bernardo hace años, íbamos mucho con mi familia en ese entonces a la pequeña casa de té ubicada en plena Norte-Sur. Ha pasado harta agua bajo el puente desde entonces y siempre es grato volver a este lugar que era muy típico en los domingos de mi niñez. Esta es sin duda la mejor pastelería para ir a tomar once de todo Santiago, según mi humilde opinión, ya que además de tener un ambiente muy acogedor(como casita de campo) las exquisiteces que hay acá son simplemente insuperables y no es que sean creaciones complejas, a mí me basta con un pedacito de kuchen de frambuesa de este lugar para ser feliz, ñaaam! También es ideal para familias con cabros chicos, ya que si se aburren, pueden salir al gran patio lleno de juegos de madera. En mi época había una mini granja con animalitos, pero eso ya no está. De todas formas, aquí pueden pasar horas entretenidos. Como ahora la pastelería es muy conocida, suele llenarse, sobre todo en feriados tipo día de la mamá, también a veces es medio complejo en los fines de semana, por eso ojo, lleguen temprano. Excelente comida y rico ambiente. Un 7 :)
Daniela S.
Rating des Ortes: 4 Santiago de Chile, Chile
A este restaurante fuimos en familia un día sábado a almorzar. La comida es casera y rica aunque no es su especialidad, es más bien para ejecutivos que trabajan aledaños al lugar. Lo que sí es su fuerte es la hora de once, ya que las tortas son exquisitas, unas de las más deliciosas que he comido, es más hemos comprado para cumpleaños y siempre tenemos que dar el dato. Hay una buena de kuchenes, buenos sándwiches, galletas y strudel al más estilo alemán. Todo bien artesanal y realmente sabroso como la receta de la oma. Un buen panorama para ir en familia y salir un rato de Santiago a disfrutar de las bondades de sus alrededores y por supuesto, a degustar de una casera y exquisita oferta.
Katherine G.
Rating des Ortes: 5 Santiago de Chile, Chile
Un buen restaurant para disfrutar del tan nuevo almuerzayuno o para el almuerzo, sin embargo su especialidad es la hora del desayuno y la del té, puesto que su fuerte son los kutchenes, las tortas, pasteles, medialunas y panqueques, entre otras delicias culinarias con azúcar. Los almuerzos son gourmet, y como buenos alemanes, los platos son bien contundentes, asegurándote que no te quedarán en una muela. Si lo que prefieres son las hamburguesas, aquí son realmente exquisitas, full recomendables, puesto que son gigantescas con una mostaza amarilla, que no sabría decir si es casera o no, pero de que es buena, es buena. Cuando llega la hora de probar los postres, la estancia se empieza a poner buena. Para su consideración, la torta tres leches es mi preferida, y estoy sumamente segura que una vez la pruebes, será la tuya también. Como si fueras a la casa de una ancianita, el local es calentito, con toda la decoración y el diseño que tiene el tan conocido estilo alemán, y además las meseras están vestidas de tirolesas, para que nunca pierdas la sensación de encontrarte con«Las alemanas». ¡Simplemente perfecto! Si quiere ir con la familia, este lugar es perfecto, ya que hay juegos, cancha de futbol y extensas áreas verdes para los niños.