Alma Salem

Además de la dulzura con que atiende su propia dueña, el Alma Salem es un lugar muy agradable donde puedes sorprenderte con una serie de alimentos vegetarianos y productos orgánicos.
Aunque no soy vegana y dejar mi esencia «hinchacomecarne» me ha costado, la orientación yogi de mi hijo y las ganas de que sea más saludable que yo, me llevan a estos lugares… la primera vez que vine a comprar, no pude evitar sentarme en la barrita (el local es chiquitito) a comer un pastel de papas que olía irresistible y estaba delicioso.
Venden variedad de empanadas, pasteles (que ni se nota que no tienen grasa animal), almuerzo calentito, jugo natural, variedades de té para llevar. Totalmente recomendable y los no veganos, no le hagan el quite porque realmente es muy sabroso. Una oportunidad de comer más sano sin darse ni cuenta.

Advierto, no soy vegana, pero una de mis grandes amigas si lo es, entonces ya tengo un master en vegan stile, un día me invito a tomar once y decidí que era súper buen idea llevar el pan para tan magno evento, pero como yo tengo conectada la cabeza con el ventilador, por supuesto que se me olvidó, así que iba ya resignada al enojo amiguistico, cuando pase por fuera del Alma Salem, lindo y pequeño local, atendido por sus propios dueños y cocineros.
En este pequeño local venden todo tipo de cosas veganas, yo me aventuré con el pan de harina de linaza y semillas de amapolas, me acuerdo y me dan ganas de comer uno completo! Lo otro rico es el precio, $ 2.500 pesos la pieza de pan, que duro como una semana.
Sé que también tienen pasteles, dulces, bebidas y un cuanto hay para el vegano amigo. Yo he probado los panes pero la amiga vegan ha probado los dulces y según ella son lo rico de la vida, yo por ahora les digo, que si toda la comida vegana tuviera el mismo sabor que ese pan, díganme donde firmo y me uno al vegan stile.