Churros El Tín Tín

No hay nada más rico que un churro. Nada más simple de servir tampoco: churro frito y un poco de azúcar flor. Hay gente que los prefiere rellenos de manjar, lo concedo, no es para mí pero lo concedo. Sin embargo, hoy en día es casi imposible encontrar un churro tradicional frito y crujiente, durito por fuera y blandito por dentro, con la mezcla perfecta de azúcar rebelde que pareciera tener mayor atracción por tu ropa negra que por el churro mismo.
Hoy en día el pobre churro es sometido a una serie de vejaciones y se lo baña en chocolate o manjar o lo ridiculizan con coberturas de coco, mostacillas de color, chips de chocolate y quizás qué cosa. Eso no es un churro. Mucho menos es crujientito y con tanto proceso no lo puedes comer calentito.
Por suerte aun quedan algunos lugares donde puedes encontrar ese churro tradicional maravilloso. En el Persa Víctor Manuel hay un pequeño carrito de churros en las calles del Sector 5, junto al Galpón 4. El Tín Tín se llama el carrito y ahí mismo hacen los churros, los fríen y les echan azúcar a tu gusto. Son bien baratos y te llevas media docena por setecientos pesos. Ideal para recorrer los galpones un día de invierno.