Ir a esta bencinera es un verdadero agrado. De partido, nunca hay fila y cuando baja la bencina, tampoco es para morirse la espera. Segundo, el trato del bombero es excelente, falta poco para que nos den un café. Siempre con buena disposición, y muchas veces atienden chicos más jóvenes y otros más maduros, todos bien asesorados, educados y muy gentiles. En la misma bencinera, hay un servicio para auto lavado de autos. Con el sistema de monedas, uno mismo lava su auto y es bien últil. Además hay un local que vende bebidas, chocolates, galletas y una serie de surtidos, especial para comprar al paso o por emergencia. La bencina está cara en todas partes. Aquí los precios son similares a muchas estaciones, pero más elevados que otras que se encuentran en zonas más lejanas. Sin embargo, el servicio es excelente, y cuenta con buenas promociones como las mochilas a principios de marzo, libros a mitad de años y lentes de sol, entre otros.