Dunkin’ Donuts’

No hay para qué escribir de cadenas si todos las conocen. Me animé a escribir de este Dunkin Donuts solo por una cosa, y vale la pena destacárselo, el ambiente.
Primero que todo, está muy bien ubicado. Un lugar donde se juntan dos grandes calles, donde uno va a parar la micro para ir a distintos lugares. Por eso, durante un buen tiempo, siempre llegaba al paradero un par de minutos antes para sentarme, tomarme un café y comerme una donut.
Para qué hablar del sabor, todos lo conocemos. Donuts deliciosas, grandes con distintos formatos y precios. Nada mejor para empezar un largo día que sentarte unos minutos, relajarte, tomarte un cafecito y comerte una que otra donut.
Dejé de hacer esto debido a que cada vez empecé a tener menos tiempo y privilegiar el dormir más. Quizás, uno de estos días me levante un poco antes y pase, nuevamente, a comerme una de estas exquisiteces.