Funicular

Quien no ha ido aunque sea una vez en la vida al cerro San Cristóbal. Los más deportistas van en bici, otros más osados lo suben caminando hasta los pies de la virgen. Bueno yo fui con mi familia en el verano y subimos en el famoso Funicular, sí, ustedes estarán pensando la del flojo ¿verdad?, pues están muy equivocados, les voy a contar porqué. Mi primo, que es como mi hermano tuvo un accidente cerebro vascular y sobrevivió, tiene la mitad de su cuerpo paralizado y dificultad para expresarse. Bueno, él quería ir al cerro y lo acompañamos. Subimos en el funicular y el resto del camino lo hicimos a pie hasta la virgen, yo pensé que no llegaríamos, pero mi primo es tozudo y con muleta y dificultad para movilizarse nos demostró que querer es poder. Subió hasta la virgen, nos demoramos cerca de 45 minutos, pero lo logramos. Fue uno de los paseos familiares más gratificantes porque mi primo nos demostró que poco a poco se está recuperando. Es un lugar muy bello para recorrer en familia, la vista desde arriba sería aún mejor si no hubiese tanto smog. La lección, no te quedes en casa este fin de semana aburriéndote. Date una vuelta por este pulmón de Santiago, si puedes camina porque uno nunca sabe si podrá hacerlo al otro día. ¡Qué viva la vida!

Trabajo en un programa de televisión X y un día tuve que ir a grabar un enlace al funicular. En un principio estaba atacada por el precio (la verdad es que igual es barato, pero ese día no andaba con nada de plata). Me prestaron y me subí al funicular, con cámara profesional y todo, pensando que lo pasaría pésimo.
¡ERROR! Lo pasé bien, y mucho.
Llegando arriba me volví loca, tenía una cámara profesional con disparo automático en la mano, un trípode y la vista más bonita que podría haber pedido.
El trayecto fue hermoso, por decir lo menos, y el final del recorrido era aún mejor.
La verdad es que ya había subido otras veces en el funicular, pero por alguna razón, con esa cámara buena en la mano, todo cambió.
Les recomiendo subir el cerro, en el funicular por supuesto, y sacar fotos de todo, TODO lo que ocurra en el trayecto y arriba. Es una cosa inexplicable. Uno lo pasa bien, además de ver Santiago casi completo. Una maravilla, aparte de la cantidad de extranjeros que se pueden conocer. ¡Oh la la!

As far as funiculars go this one is the bees knees. To be honest, I have only been on 4 different funiculars so there might be a cooler one out there that I don’t even know about, but for me it provides the perfect mix of awesome views, culture and fear that I look for in a funicular.
Fear?! Yes, I’m talking about the moment you get in and think «there is no way this somewhat old-​looking funicular and its pulleys can carry all of this weight». Oh and that second moment… when you have finally gotten over the first, but then you see the funicular coming the other direction and you think «wait…is this a two-​way street?!? I really don’t think both funiculars can fit here at once… omg we are going to crash!!» But then the funicular gracefully passes and you breath again and finish taking pictures of the awesome view.
On the way, if you are lucky, there is a folkloric Chilean musician who will get on board and play his guitar and sing. It really will get you pumped-​up for exploring the cerro.
Tip: If you have the energy and the time, I suggest walking up the cerro to the virgin (it takes about 45 minutes). Besides being a great form of exercise, you get to skip the super long funicular line. However, I do suggest going down on the funicular, the line is always pretty short and even if you do have to wait at least you get a beautiful view of the city.

Fui al zoológico y decidí subir por el funicular. Hacía años que no lo visitaba y me sorprendió lo bien organizado que está. La empresa Turistik está a cargo de su funcionamiento y hasta vi personal bilingüe ayudando y orientando a los extranjeros. Eso también me llamó la atención, vi mucho más gringo que chileno arriba del carrito, había una fila considerable, de hecho esperamos media hora un día sábado a las 11 de la mañana.
En todo caso se nota que hay preocupación, está muy ordenado a la hora de subir y hay un máximo de visitantes que puede subir para no sobrecargarlo. Me dio más confianza debo decir.
Lo bueno es que mantiene su misma fachada que antaño y la vista a Santiago es maravillosa, si no hay mucha contaminación la cordillera se ve hermosa.
El precio para llegar a la cumbre del cerro, ida y vuelta, adulto es de $ 2000 y para niños $ 1.500. Sólo para el zoológico, subida, un adulto paga $ 800 y los niños $ 500.

Cómo olvidar cuando era niña y mi tata o mi papá me llevaban y compraba la clásica máscara plástica de animalitos abajo del cerro. Subías y la primera parada es el Zoológico (te das cuenta antes por el olor), luego veías todo Santiago y llegabas hasta la Virgen. Muy recomendable subir después de un día lluvioso para tener una vista del Santiago HD.
Definitivamente, es una visita obligada de la capital y no se olvide que cuando se cruza con el otro carro que sube o baja debe saludar a los otros pasajeros… Es tradición!