Pandemonium

El ambiente es re-​bueno, tienen shows, concursos y eso hace que la noche sea aún más entretenida.
La veces que fui preferí sentarme en la terraza de donde se ve casi todo el boulevard del mall, y el ambiente es aún mas prendido que en el interior, lo único es que por la cantidad de gente y los pocos meseros, se demoran un poquito mas de lo común, así que si no eres de tener mucha paciencia sería un punto a pensar antes de venir aquí. Con respecto a los valores de la carta están en el promedio de estos locales.

Discoteque ubicada en las Terrazas del Vespucio, que posee un gran atractivo, el cual es que logra «prender» al público con su música, karaōke y happy hour. Además su plus es que no solo es un lugar para tomar un trago tranquilo con amigos, sino que después de cierta hora se convierte en una gran pista de baile para sus clientes.
Para ir a este local, hay que saber aprovechar las promociones que ofrece. Por ejemplo, si llegas a las 21 horas y puedes acceder a la entrada gratuita y también happy hour. Además, no debes pagar por ingresar a la pista de baile. Después de las 23 se paga por ingresar un valor de ($ 5.000).
Imperdibles ofertar para todas las personas, el espacio cumple con los requisitos de las tres B, bueno, bonito y barato. Ideal para los jóvenes que quieren divertirse de forma sana y segura.

Llegué a este local porque no sabíamos donde ir, si bien, era un día de semana, lunes, igual habían varias personas compartiendo en las terrazas de este pub que también funciona como discoteque, pero el mambo de ahí no lo conozco.
La atención es bastante mala, llegamos y el anfitrión sin saludar o entregar la bienvenida, sólo se acerca a la mesa y tira las cartas para que podamos escoger lo que queremos consumir, sin darle mayor importancia nos pusimos a elegir. Los precios super baratos, los tragos estaban 2×1 por un costo de $ 4.500 aprox, y para comer hay papas fritas por $ 2900, 10 empanaditas de queso por $ 3000 y chorrillanas que no superan los $ 5.500.
Una vez que teníamos nuestra decisión, ningún garzón apareció por la terraza, por al menos 10 minutos, al momento en que pasa una de las meseras le hicimos señas para que tomara la orden, nos miró y dijo que volvía enseguida, pasó varias veces más y no llegó nunca a nuestra mesa. Luego de unos 20 minutos aproximados, esperando a que llegara alguien a atendernos, decidimos irnos,
Cuando nos íbamos el mismo anfitrión mal educado nos solicitó la boleta para hacer retiro del lugar (quizás nos vieron cara de flaites), a lo que molesta le respondí que estuvimos bastante tiempo a que alguien llegara a atendernos.
Por lo que pude ver, el local es amplio y buenos precios, tanto en los tragos como en la comida, ahora del sabor no puedo decir nada y de la atención mucho menos.