No le pongo más estrellas porque no hay. Pero las ganas están. Este es probablemente uno de los mejores secretos de Santiago que he conocido en el último tiempo(y eso que, como periodista, hay que ver que me sé secretos). Este espacio es una casa preciosa de fachada continua ubicada en Barrio Italia, donde su exterior sobrio no te haría adivinar jamás lo que hay dentro: Una casa antigua remodelada, llena de detalles especiales, rincones, objetos curioso, que hacen que tus ojos vayan de un lugar a otro. Si recorres, te encontrarás con dos comedores, una sala de teatro y un patio interior muy moderno y tranquilizador que da al corazón de este lugar: la cocina. Y es que este taller es un lugar soñado para los amantes de la buena mesa. A través de internet, sus encargados informan las fechas de las cenas que preparan, consistente en un menú de 7 tiempos que uno no conoce con anterioridad. Así, vas literalmente«a la suerte de la olla», pero no sólo en lo que a comida se refiere, sino también en lo relacionado a la compañía. Si, aquí te sientas a la mesa con un grupo de personas que no conoces a degustar una cena sorpresa. Y, a medida que se va develando el misterio, empieza a surgir la conversación, las opiniones, las risas y el ambiente se distiende. Cuando fui, debo decir que me dieron ganas de aplaudir a los dueños, porque lograron que yo no sólo probara, sino que comiera con todo gusto cosas que toda la vida me han hecho arrugar la nariz, por ejemplo, una empanadita de cochayuyo queso que estaba increíble, un plato que tenía una especie de crema de prietas con un toque dulce, frutas y mini chips de papa. Si alguien me hubiera dicho, probablemente no lo habría probado. Y me habría perdido un plato excelente. La entrada, con un pan amasado calentito, chorizo y ensalada de cebolla y tomate con albahaca morada, tenía ese feeling bacán de casa de campo en verano cuando uno era chico. El postre era un mix buenísimo de sabores con plátano, rosa, zarzaparrilla y berrie. Para una postrera como yo, un hit. Podría escribir mucho más, pero para qué latearlos, si en resumen la idea es: si pueden, vayan a probar la experiencia, es rico y es entretenido y el equipo que está a cargo es lo más amoroso y preocupado que hay. Sin duda, vale la pena conocerlos.