Tío Manolo

Siempre pasando en frente la tienda, veo esta siempre llena de clientes en el restaurante.
Pero no he sabido exactamente que tipo de comida se venden.
Hoy fui a probar y encontré que era una tienda de hamburguesa.
Lamentablemente la comida no era tan rica. O sea, creo que hamburguesa del nivel muy común en chile.
El tamaño es muy grande, así que para los hombres podría ser una opción por almuerzo, pero como nosotras, la pareja de mama y su hija, no sería opción favorito.
Las papas fritas tampoco no eran como lo que esperaba.
Sigo buscando comida rapida algo rica en este zona.

Cuando llegué a Santiago, siempre me dijeron que fuera a comer al «Tío Manolo», un local ícono de la capital. Fui, y la verdad es que salí bastante decepcionada. Pedí una hamburguesa y una porción de papas fritas. La hamburguesa no tenía sabor a nada, pero a nada, se notaba que llevaba congelada mucho tiempo y por lo tanto, perdió todo el sabor. No me comí ni la mitad de la hamburguesa y terminé dejando todo en el plato. Lo único que me gustó fueron las papas fritas, muy deliciosas y la porción era bastante abundante.
Debo reconocer que quedé «plop!» con la visita, quizás sea yo la muy regodiona, pero hay lugares mucho mejores para disfrutar al mismo precio.

Quizá muchos ya conocen la historia del dueño de los carritos del Tío Manolo, que tuvo tanto éxito que abrió su propio local en Macul nada menos que al frente del Estadio Nacional.
Bueno, este local de La Reina vendría siendo fruto de el éxito que aún sigue teniendo esta picada capitalina. Y lo mejor, es que la calidad sigue igual de buena que en un principio.
Acá, el cliente se arma su propio sandwich y la variedad de ingredientes es para hacerle agua la boca a cualquiera.
La modalidad en que funciona es: primero pasar por caja a hacer el pedido (y pagar, obvio) y luego esperar el turno en el mostrador para que te hagan tu sándwich, as o hot-​dog. Me gusta que cuando te arman tu pedido te preguntan qué tanta cantidad de cada ingrediente quieres. Mi plato favorito es el Lomito italiano, con harta palta (hay pocas oportunidades en la vida de comer tanta palta como en este lugar) y harta mayonesa (que es casera y maravillosa). Muchos piden para llevar y también tiene servicio a domicilio, pero está la opción de quedarse en el mismo local.
Tiene estacionamientos justo al frente y hay bastantes, así que no hay que preocuparse de dónde dejar el auto.