Este hotel es el más barato que encontramos en París pero la verdad es que no es especialmente bonito ni nuevo. Nos costó 50 euros la noche habitación doble, pero la ducha estaba en la planta baja y el baño al principio del pasillo. La habitación si te lo tomas con humor no está tan mal, tiene un lavavo y espejo, una cama de 1.35 no muy cómoda, y un armario que consistía en un hueco en la pared y una puerta desplegable de plástico. La limpieza de la ropa de cama dejaba mucho que desear, pero bueno, era el más barato. Por decir algo bueno está bien ubicado, a unos 100 m de una boca de metro y en una zona con muchos bares de comida rápida. En definitiva, tengo que volver a París pero con más dinero.