Rungis

Alors je vais avoir du mal à Classer cette visite de rungis. Est-​ce culturel, historique, de la pure curiositié, une entrée dans un monde cachée derrière notre quotidien et que nous ignorons?
I don’t know!
Tous ce que je sais c’est que lorsque le réveil à sonné à 2h30 du matin je me suis dit «mais quelle idée pourrie, né pas dormir pour aller se les peler devant des stands de fruits et légumes!»
Bön en vrai c’est bien plus que ça Rungis et j’ai été vraiment impressionnée par ce que j’ai pu y découvrir ! un monde caché derrière nos sorties au restaurant, derrière nos visites chez le boucher, … et j’en passé!
Du coup on y va ou on y va pas? je dirais on y va mais bon jamais sans mon groupon car honnêtement la prestation né vaut pas le prix! 120 euros pour le bus, l’entrée, la visite et le petit déjeuner … c’est vraiment pas honnête, surtout quand on voir le nombre qu’on est par groupe…

Rungis, el mercado más grande Europa, fue toda una aventura. Fui hace años en una visita mientras estudiaba en París un curso de comercio internacional. Cuando nos dijeron que teníamos que levantarnos a las 4 de la madrugada creímos que era de coña. Pues no, de coña nada. Y encima era la época de la famosa ola de frío siberiana que tenía congelada a toda Europa y, por supuesto, a París. Pues bien, cuando llegamos, después de atravesar todo el tráfico de salida/​entrada de la Ile de France (¡cómo madrugan los franceses!), nos dijeron que esa hora (las 5 y pico) ya era incluso tarde. Aquí acaban los puntos negativos de Rungis.
Una vez en Rungis, de madrugada a unos 12 grados bajo cero y a punto de quedarme pajarito, nos recibió un guía que nos explicó que el mercado era tan grande (40.000 metros cuadrados) que para movernos teníamos que hacerlo en autobuses. La verdad es que los pabellones eran enormes y cada sección (frutas, carnes, flores…) constaba de unos cuantos. Para visitar el lugar hay que estar acreditado, no está abierto a todo el público y, de hecho, no hay paradas de metro o bus interurbano. Allí hay que ir a hacer negocios, o concertar una visita guiada especial.
Rungis es un lugar que se caracteriza no solo por su enorme tamaño y tener prácticamente de todo lo que un chef pueda necesitar para su restaurante sino también por la calidad de sus productos. Por eso tiene ese horario tan intempestivo y por eso es tan receloso del gran público. Cuando empiezas la visita te obligan a ponerte un uniforme especial blanco, con gorro incluido (aunque esto te lo puedes quitar en algunas zonas).
La visita constó de 5 secciones: carnes, pescado, frutas, quesos y flores. Al parecer debíamos ir primero al pescado pero a esa hora ya no había mucho que ver (ya se había vendido todo) así que nos llevaron a las carnes, donde empezaba a quedar poca cosa. Aún así quedaba lo suficiente para que te aguasen las ganas de desayunar. No entraré en detalles, solo diré que aquello parecía el cuarto de juegos de Jack el destripador. Luego fuimos a la zona del pescado, donde efectivamente ya solo quedaban cajas, agua y mal olor. Pero las otras tres secciones sí estaban a pleno rendimiento, frutas, quesos y flores. Quizá la de las flores me pareció la más floja, creo que es la sección a la que le dan menos importancia en el mercado.
Decir que en cada pabellón hay alguna que otra tienda formal donde puedes degustar el producto. Pero esto está enfocado a gente que viene a hacer negocios, a esos los invitan porque saben que compraran miles de euros en producto. A los que vamos de visita nos ofrecen el precio real. Te quedas con las ganas de probar el caviar o el vino pero el precio es prohibitivo. Ese es otro de los «problemas» de Rungis, que es un mercado gourmet, no para todo el mundo, lo cual reduce el interés común en el lugar. Como punto final, apuntar que me fui de allí, tras varias horas pasando frío, sueño y hambre sin que me obsequiasen con un mísero taquito de queso. Y, creedme, la visita guiada cuesta una pasta, ya se podrían portar un poquito más.
Conclusión: No lo recomiendo como lugar a visitar a no ser que os dediquéis al sector, pero es obvio que como mercado, pese a no ser para todos, es algo monumental, una referencia en todo el continente.

Marché à renommé international, vaut le détour pour les lèves tôt.
Malheureusement, que les détenteurs de la carte du marché peuvent acheter sinon cela reste qu’une visite à faire.

If you read about Les Halles in Le Ventre de Paris (1873) by Emile Zola you would know of the place where fresh food was wholesaled. Perhaps I was crazy to imagine a spectacular view of halls after halls of the fresh seafoods, meats or poultrys. It inspired me so much it sent us on a roadtrip from Belgium at 11 PM, we were running behind for Rungis that opened from 1 – 5 AM. We reached Rungis Marche International a city on its own at 2 AM. The market was just slowing awakening and alive with fresh food. We drove around these enormous buildings the size of convention centers, it was so confusing we had to consult the site map. The halls opened in cascading fashion 1 hall per hour we were told by the Chefs the seafood hall would open first. When we arrived I was literally speechless at the sheer number of wholesalers proudly displaying their seafood: fresh boxes of sea urchins, scallops on shells, trouts so fresh they were shining and live shrimps still jumping. At the poultry and game hall, fresh chickens/​squab/​ducks/​pheasants/​rabbits/​were displayed. The poultry all cleaned except retaining the head and feather around the neck to show its freshness. The cases of foie gras, pates and charcuterie were just mouth wateringly attractive. We ventured into the Triperie where the organs, trotters and other stuff were sold. It was quite amazing to see the standard of hygiene and lack of foul smell you would imagine from a place as such. The same was for the meat hall it was clean and odorless — I never saw more beef, lamb or pork in my life! I was glad to have made this trip.

comment aller sur Paris, sans visiter les halles de Rungis?
c’est fabuleux, grandiose et gigantesque!
j’y ai travaillé pendant plus de 10 ans et l’évolution est extraordinaire!

Ce marché international est mythique: ici les grossistes fournissent tous les professionnels en fruits et légumes, viandes, produits de la mer, fleurs… sur 232 hectares! Et c’est ultra frais. Un saumon entier: environ 24 euros!
Les produits viennent de toute l’Europe et du Maroc, en passent parfois par Orly. Ouvert à partir de 2h (pavillon de la marée)
Réservé au professionnels en semaine, il est possible d’y aller le week-​end en tant que particulier, moyennant un péage de 8 euros.

C est vraiment le plus grand marche du monde.
on peu tous y trouver, mais on né peu pas
acheter des produits sur place.
A moin de passer par des societes de service en ligne
comme:
et bien d autre

J’adore y aller, à chaque fois que je peux !!!
Tous les produits possibles, super rapport qualité/​prix
=== A faire!!!

Spécial Sapin de Noël et toutes fleurs et plantes ! Savez-​vous que si vous prenez votre voiture, franchissez le péage d’entrée (7 EUR quand même !) et allez chez n’importe quel vendeur de sapins de Noël, vous l’achèterez entre trois et quatre fois moins cher qu’à Paris intra-​muros? Oui, vous avez bien lu: trois à quatre fois moins cher ! Le Nordmann, le bleu, le qui perd pas ses épines ILs sont tous là, à prix départ.
90% des commerçants né vous posent aucune question et acceptent votre achat tant que vous né réglez pas par chèque.
Allez-​y à fond, c’est valable pour tous les fleuristes, toutes les plantes, les bouquets de folie sauf les 10% scrupuleux qui refusent parce que vous êtes un particulier.

Le Marché de Rungis est l’un des plus grands marchés d’Europe…On y trouve de tout et notamment pour les addicts des fruits de la mer, des produits d’une grande fraicheur et de tres bonne qualité à un prix plus qu’abordable