Sol de maíz

Apareció este restaurante casi al mismo tiempo que el hotel Quinta del sol donde se encuentra el restaurante, antes un terreno baldío frente al hospital Americano.
100% para almuerzos a la mexicana, chilaquiles, enchiladas, enmoladas o enfrijoladas, fajitas de pollo o arrachera y mixtas…
Es una cocina y patio muy clásico Mexicano, como de una Ciudad Colonial, limpio y la zona de elaboración está involucrada con la sala de servicio, es decir que estás casi al contacto con el fogón como al estilo cocina de Hacienda o de casa del pueblo. Lo mismo obliga de alguna manera a tener orden en la cocina y limpieza. no hay mucho escondite de cucarachas o roedores a la vista del comensal.
Son de eses sitios que pasas y solo por ver se te antoja, es muy buena la comida sin exagerar, está normal, de precio regular, no es cara, atienden bien y me gusta el local, amplio y que puedes sentarte en la terraza.
Las tortillas son al comal y en si las quesadillas, sopes y huaraches, eso si, mucho mejores que las famosas Quekas que hay por doquier y no terminan de gustarme, el maíz de este restaurante sabe a cocina tradicional, a mano a bien hecho y de masa fresca.
No es para ir muy temprano, a las 11:00 ya tienen todo dispuesto para almorzar.

Este restaurante esta ubicado a un costado de un famoso banco en la Av. Tulum como si fueras a la Plaza las Américas, dirigido de primera instancia a los huéspedes del hotel La Quinta Inn, pero obvio que todo mundo puede comer y cenar aquí, tiene un nombre peculiarmente mexicano, llama la atención te imaginas todos los antojitos mexicanos por haber y gourmet y créelo son muy ricos, es un restaurante abierto que hasta ves la cocina y como preparan los alimentos, este es un concepto muy padre ya que puedes observar que los alimentos son recién preparados y que son muy limpios también.
El restaurante es bastante moderno como para un día cálido comer al aire libre en la parte de la terracita que da a la avenida. Los precios que a todos nos importan son accesibles y el servicio buenísimo, los meseros y Hostes te hacen sentir como en casa con la diferencia de que no te tocará cocinar jejeje.

Este pequeño café-​restaurante se encuentra debajo de un pequeño hotel y sirve tanto a los huéspedes como a cualquier comensal que lo desee. Lo he visto muchísimas veces ya que se encuentra al lado de un banco al cual frecuento bastante pero nunca había ido. Un día (después de ir al banco demasiado temprano) decidí pasar a desayunar algo ya que no había ingerido ningún tipo de alimento y mi estómago no estaba contento. Pedí unos típicos chilaquiles rojos (debido a que son mis favoritos) y pues no estuvieron nada mal. Estaba muerto de hambre así que considero que mi opinión seria imparcial, sin embargo puedo decir que estaban ricos. Es uno de esos lugares en donde, si llegas a estar por la zona y se te antoja comida mexicana típica y te da lo mismo, puedes llegar a comer decente a precios muy accesibles.

Conocí este restaurante en el transcurso de este mes de octubre del 2014. Cierto día que estaba por el centro y buscaba una opción para comer algo.
De entrada me atrajo el nombre. Se me hizo muy divertido y me dio la impresión de que sería un establecimiento de quesadillas o comida hecha de maíz, y efectivamente es un local de comida mexicana, pero va mucho mas allá de las quesadillas, tienen una variedad de platillos que no sabes cuál escoger de tantas opciones que manejan, además de los ingredientes y esa cocina ubicada a un lado de las mesas del interior que permite ver qué y cómo lo están preparando hacen de visitar este establecimiento una muy grata experiencia. Y ni hablar del festín de olores que hay, todos en perfecto complot para despertar el apetito de las y los comensales.
Si algún día lo visitan y no saben que ordenar pregúntenle a Elena, ella además de ser la gerente, la hace de mesera en ocasiones y puede darles una muy buena sugerencia. Por mi parte les recomiendo los huaraches de chicharrón prensado. Están de 10! ¿Y el precio? Muy accesible!