Me gustan los árboles. En otras reseñas he hablado del Tule de Xochimilco o el ahuehuete de Chapultepec. Aquí se trata también de un Sabino o ahuhehuete. Está rodeado de un pequeño jardín con una fuente. Lo encontré camimando por las calles de Tequisquipan. Mi compañero y yo nos detuvimos a refrescarnos y atajarnos el sol mientras puebléabamos. El jardincito estaba muy bien cuidado y el árbol confluye en dos de las más importantes calles del pueblito.