Es un lugar hermoso para ir a disfrutar de la naturaleza y la belleza del pueblo de Allende en Nuevo León. Mi experiencia al principio fue aterradora, ya que llegar a Allende está cañón, y más si vas de noche como la ocurrente de ‘yo’. Pero venir de día a este río es genial, te puedes meter a nadar un rato siempre y cuando dejamos que prevalezca el cuidado de la zona. El agua no se ve sucia, de que lo está, quién sabe, pero se ve muy clara y está riquísima para quedarse ahí un buen rato. No recuerdo haberme encontrado algo semejante a esto, es como una película en un bosque. Claro, excluyendo todo acto de homicidas que siempre me imagino por ver películas. Está con ganas para tomar fotos, tip para los fotógrafos, vayan en los amaneceres, es la cosa más bella del mundo.