Señoras y señores, tienen que conocer a don Chucho. Este noble personaje no es sólo un negocio, es toda una institución en la Facultad de Ciencias Antropológicas, y ha alimentado a generaciones enteras de antropólogos, arqueólogos, historiadores, literatos y comunicólogos de Yucatán. Desde las lejanas épocas en las que la facultad se encontraba en el centro de Mérida, don Chucho tenía a su cargo la cafetería del edificio. Ya en ese entonces todos los alumnos y maestros sabíamos que cualquier información importante sobre la vida y la intimidad de los habitantes de la comuna antropológica pasaba por don Chucho, él no necesita estudiar comunicación, él ES la comunicación en persona. Cuando la tribu antropológica fue expulsada al periférico, don Chucho nos siguió, y aunque le arrebataron la cafetería, siguió vendiendo sus tortas y jugos en el estacionamiento de la escuela, y por supuesto, siguió siendo el eje vital de la información del plantel. Sobre sus tortas nada mas puedo dar las gracias, en más de una ocasión me salvaron de la inanición, podía comer torta de huevo, milanesa, carne molida entre otros guisos y siempre me llenaba satisfactoriamente. ¡Aaahhh! Y además siempre iba armando con una súper salsa de habanero radiactivo que picaba del demonio pero era tan delicioso que no podías parar de comer. Todavía hoy Don Chucho ofrece su conocimiento y comida a estudiantes y maestros, ahora lo puedes encontrar en el estacionamiento de la biblioteca, una tradición que debe ser reconocida lo más pronto posible. ¡Ya denle una plaza universitaria a don Chucho!
Ana Liliana E.
Rating des Ortes: 4 Mérida, México
La comida de Facultad de Antropología tuvo una época de ser malísima y además cara, y una como estudiante no puede andar gastando de más, ya que las miles de fotocopias para leer, además de los gastos de transporte se vuelven prioridad(Si, más que el almuerzo de cada día) Así que Don Chucho se convirtió en una especie de súper héroe casi mítico que llevaba comida práctica, llenadora y barata. Tortas de un montón de cosas, con el sabor casero que le caracteriza. Recuerdo que en algún momento, las personas que tenían la concesión oficial para la venta de alimentos, se quejaron de Don Chucho(Quien vendía en el estacionamiento, desde su auto) y quisieron que dejara de vender, y toda la banda se levantó en armas(Ok, exageré) se opuso, y Don Chucho permaneció gracias a sus clientes fieles. Además de la comida, don Chucho ofrece una plática entretenida, sobre los viejos tiempos de la facultad, los chismes del estudiantado, en fin, toda una experiencia.
María Esther C.
Rating des Ortes: 4 Mérida, México
como que unas semanas en mi vida me entró la fresonería y dado que pasábamos literalmente todo el día en la facultad pues resulta que debía de comer ahí. Dicha fresonería se me salió del cuerpo inmediatamente después que comía en la cafetería de antro. De 30 personas del salón éramos sólo como diez que comíamos en la café por«comodidad;» sin embargo, al probar el sabor de la comida del lugar pues como que no estábamos muy a gusto y terminábamos por ir toda la banda al estacionamiento con Don Chucho, a mí en lo personal la torta de huevo con chorizo acompañada de un Nestea era lo ideal para sentir un buen saborcito de boca, calmar el apetito sin gastar de más. Y por supuesto mientras estábamos ahí degustando los bocadillos de don chucho se armaba la party, estando toda la bola ahí, acordábamos hacer un tour cantinero, una fiesta en casa de alguien o alguna otra reunión que nada más era pretexto para ahogar el estrés de los exámenes.
Mariel S.
Rating des Ortes: 5 Mérida, México
Si eres de la Facultad de Antropología seguro que has comido con Don Chucho, y si eres de las facultades de educación, derecho, economía o piscología te has perdido de las delicias que vende este señor pero estas a tiempo de enmendar tu error que Don Chucho sigue vendiendo. Antes cuando tenía clases de inglés dos veces por semana ir con Ducho era parada obligatoria ya sea por chicharrones o por platanitos. Ahora solo a veces cuando voy de camino a la biblioteca compro mis chicharrones no siempre pero cuando tengo antojo lo hago. Vende hamburguesas y galletas deliciosas, además de tortas de Chorihuevo, de Chayaman, entre otras cosas que el amable de Don Chucho vende. Este señor es muy amable, con confianza te puedes acercar y platicar un ratito con él, verás que pasas un buen rato.