Estoy seguro de que a más de uno de mis amigos poblanos les encantaría venir a echar el trago aquí. Pero, bueno, ellos están allá y yo ya me vine por estos rumbos… La caí un miércoles con Marisol, porque traíamos un montón de ganas de cantar, como casi siempre, además después de que ella pasó un año hablando francés, para destrabar la lengua no hay nada mejor(o casi nada, porque sí hay…) que echar un surtido rico de canciones a todo pulmón: de Chente Fernández a Aerosmith y de regreso vía The Beatles. ¡Qué bien nos la pasamos! Cantando y sintiendo que andabamos de vuelta por tierras mazunteñas, fiesteando hasta que pudimos, porque no nos corrieron antes de las 4… Y eso fue porque ya andabamos cansado, sino nos hubieran dado chance de seguirla. A cantar y bailar bajo la palapa.