Bicicletas y refacciones Hadad

Mi vecino tiene una tienda de abarrotes, todo el día anda en friega.
Cuando sale de compras se lleva su camioneta y regresa con un buen de mercancía. Pero hay ocasiones en que solamente necesita hacer viajes cortos, especialmente a un mini súper que hay cerca de casa, en donde periódicamente hacen promociones.
Y para trasladarse utiliza un triciclo de esos que están hechos de puros tubos, en donde venden elotes, pan, etcétera.
Pero tenemos unos vecinitos que son bien traviesos, entonces el otro día nos limpiaron la hierba del jardín y les pagamos su lanita, pero uno de ellos le dijo a mi vecino: Oiga señor, ¿nos deja dar una vuelta en su triciclo?.
Y como mi vecino andaba ocupado, les dijo: Sí, sí, sólo un rato.
Pues no les dijeron dos veces, y al cabo de unos minutos andaban por toda la colonia pedaleándole con todo y derrapando en cada esquina, pero en una de esas, al dar una vuelta se metieron un mega guamazo, fue entonces que salimos y los vimos tendidos en el piso y el triciclo estaba volteado y con la cadena reventada.
Los chavos se rasparon todos, uno de ellos se puso a llorar y cuando llegó a su casa su madre salió enfurecida a reclamarle a mi vecino por andarle prestando su triciclo. Obviamente nadie le iba a pagar el daño.
Le dije: Ya no te preocupes, conozco un lugar a donde yo llevo a reparar mi bicicleta, le recomendé ir al taller de bicicletas «Hadad», en ese lugar venden bicicletas y también funciona como taller, te arreglan cualquier desperfecto que tenga tu bicicleta y también venden algunos accesorios.
Así que subió su triciclo a la camioneta y nos fuimos a «Hadad» a que le colocaran una nueva cadena a su triciclo, ni modo, todo por andar prestando sus cosas, lo bueno fue que no les pasó nada grave a los muchachos, si no hasta las curaciones hubiese tenido que pagar.

Altamente recomendado este lugar! Favorito por mi papá ya que tiene una bicicleta en súper buen estado que utilizó para darnos paseos cuando eramos pequeños mis hermanos y yo. Una de esas bicis súper retro vintage antiguas grandísimas pero padres y la cuida como no se imaginan.
Hace poco fuimos a cambiarle los rayos de acero inoxidable que lleva en las llantas y fue a que aceitaran la cadena. Y como este lugar es igual de antiguo que la bicicleta pues se entendieron súper bien. El servicio es de alta confianza, personal experto y a precios excelentes.

Este local lleva ya bastante tiempo en la ciudad, cuando teníamos tres bicicletas en la casa ya hace bastantito tiempo siempre las llevábamos aquí cada que necesitaban engrasado o alguna reparación incluso una fue comprada aquí en Hadad, el servicio es excelente y es por eso que sigue vivo el lugar, el buen servicio siempre habla bien de un negocio y más cuando se trata de refacciones y reparaciones, me alegra que siga funcionando y aunque ya no tengamos las bicicletas más que nada por falta de uso lo que nos obligó a venderlas me dan ganas de adquirir una y volver a usarla como medio de transporte.
No dudaría en volver a usar los servicios de este taller de bicicletas pues el servicio es muy profesional y sobre todo honesto, tienen precios muy buenos tanto en accesorios, bicicletas y servicios de reparación. Aquí encuentras bicicletas para toda la familia.

Si algo quiero es mi bici, una bici que armaron y pintaron a mi gusto.
Tuve a mal prestar mi bicicleta a un vecino de confianza y digo a mal, porque me la entregó descuadrada y rayada.
Según él así estaba, o sea, casi me lo como de coraje.
Se cayó y lo negó, en fin… Ya qué.
Había cotizado en otros lugares y me salía más caro el caldo que las albóndigas, de por sí ya había invertido una cantidad no baja en mi bici, porque como comenté, fue un pedido especial y me la trajeron desde Playa del Carmen, como para pagar en reparación, casi lo que me había costado nueva.
Total que en este establecimiento me cotizaron mucho más bajo y a parte de arreglármela, cambiarle rayos y salpicadera, me le igualaron el color, un rojo jade hermoso, aunque fue un show porque el proveedor de Playa lo había pintado con pintura automotriz.
Me la entregaron como dos días después de lo acordado pero valió la pena.

Uno de los negocios que son tradición en la ciudad. Desde que aprendí a manejar bicicleta, este fue el negocio a dónde la llevaba a reparar cuando lo necesitaba. En ese momento era un local más pequeño.
Actualmente se han ampliado, manejan venta de bicicletas, así como de refacciones para estas, sin olvidar los servicios básicos como el inflado o parchado de llantas. Indudablemente, un negocio que me trajo recuerdos muy gratos y más al ver que el dueño sigue atendiéndolo, ya no como antes, pero aún sigue ahí, sonriente como lo recuerdo.
Una EXCELENTE opción para cuando necesites reparar tu bicicleta o triciclo.