Chamoyadas Del Mayor

A menos que tengas gastritis no conozco quien se resista a una apetitosa chamoyada, y menos en este clima tropical.
Esta ubicada en un estacionamiento y la verdad que es como un oasis en las temporadas más calurosas.
Hay chamoyadas de fresa, mango, y de varias frutas. Te las sirven muy bien con todos sus extras, tamarindos en varios tamaños y formas, gomitas, chile y mas chile.
Si no eres fan de esta combinación puedes pedir un raspado de frutas de muchísimos sabores o una rusa que es una bebida con sabor lima acompañada de frutas y chile en polvo, mucha acidez que refresca.
Los precios son bastante accesibles, así que por lo general vas a ver mucha gente buscando probarlas todo el tiempo y mucho más en esta ciudad donde tenemos calor todo el tiempo.

HOLY MOTHER OF CHAMOYADAS, DUDE!
Yo no conocía el significado de «Chamoyada» hasta que conocí este lugar. Son MASIVAS. Esta mezcla gigante de dulces, gomitas, salsitas, chamoy y alguna fruta, te harán creer en el amor.
Totalmente refrescantes (y entretenidas porque te vas a pasar un buen rato en acabártela) y aunque tanta azúcar y dulce en un sólo vaso debería ser ilegal, gracias al dios de la marranancia no lo es, y puedes disfrutar de este manjar por sólo Treinta y cinco varitos. Es más, son tan ricas y llenas de dulces y cosas, que creo que quién atiende, en realidad son dos niños, uno sobre los hombros del otro, dentro de una botarga con forma de señor maduro. Así pueden comer todo eso todo el tiempo sin ser juzgados tan duramente. Debes probar estas chamoyadas, de verdad son excepcionales. Ya que, si no tienes ganas de sufrir un caso extremo de hiper-​actividad por azucar, puedes pedir algo menos masivo, como un raspado.
Excelentemente ubicadas, por cierto. Ya que por ahí no hay ni un arbolito que de sombra y será inevitable pasar por algo refrescante. Hacen falta lugares como este, con porciones muy generosas a tan buen precio. El aplauso total para este puestito, que me ha hecho decir: «Now i’m a believer!»

Yo no soy fan de las chamoyadas, a decir verdad, de nada que tenga chilitos y cosas así, no me agradan y me desespera no saber qué onda con el sabor, pero estas chamoyadas me callaron la boca ¡CAÑÓN!
Ya había visto en Instagram y Facebook mucha gente subiendo chamoyadas enormes y el otro día, caminando con un amigo me dijo que vayamos por «raspados con panditas» y yo así de va (aunque por dentro no quería por el chamoy)…Llegamos al lugar y mi amigo ordenó una de tamarindo de 1 lt ¿Qué tiene? Mucho hielo, tamarindo, chilitos, chamoy, panditas, dos gomitas de arito y un popote de tamarindo, todo esto por $ 35.00 :D y bueno, no me pude quedar con el antojo y sucumbí a la tentación…Pedí una con poquito chamoy de piña, la mía fue de medio litro y costó $ 25.00
Aunque no hay para sentarte, creo que son perfectas, ya que por su ubicación, puedes turistear la zona mientras disfrutas de una.

Nada más rico después de una larga caminata vespertina que un rico smoothie, un raspado o una chamoyada, la especialidad de este puesto que siempre está en el estacionamiento del restaurante La Palapa del Mayor.
Déjenme explicarles la chamoyada: es una bebida frappé preparada con fruta natural y uno que otro concentrado, bastante endulzada y con bastante chamoy (mezcla de fruta, tradicionalmente chabacano, pero también se usa tamarindo, con chile piquín, azúcar, sal y un toque de vinagre). Además te la sirven con un popote recubierto en tamarindo con chile (los que conocemos como tarugos) .Mi favorita es la de mango, ah qué explosión de sabores ácidos y dulces en mi boca.
También venden «rusas» (no tengo idea de porqué se llaman así, nunca había visto nada más alejado de una mujer de europa del este) que es una combinación de piña picada en refresco de toronja, con limón, sal, chile piquín y su tarugo.
Si quieres algo más tradicional elige un clásico raspado o de plano un vaso con fruta.