I FRATELLI DI ROMA

Hace unos días se accidentó un amigo, andaba rodando con su bicicleta y un cafre del volante le dio un llegue, afortunadamente no fue nada grave, pero sufrió algunos golpes importantes que tenían que ser tratados.
No quiso ir al seguro social porque argumentaba que ahí no le iban a hacer nada, me dijo que solamente tenían una gasa y frascos de mertiolate, además se tardarían una eternidad en atenderlo, así que me pidió que lo alcanzara en una clínica privada.
Fui a recogerlo y mientras terminaban de realizarle las curaciones salí a caminar y me encontré con un pequeño restaurante de comida italiana, llamado «I FRATELLI DI ROMA», se veía bastante agradable la terraza y el menú también lucía muy atractivo, así que me senté y ordené un café y unos chilaquiles verdes.
En la carta también ofrecen huevos al gusto (con jamón, con chorizo, revueltos, estrellados, a la mexicana, etcétera), milanesa de res con papas, bistec a la mexicana, pechuga empanizada, club sandwich, etcétera.
También venden tortas de jamón, milanesa, salchicha, huevo, cóctel de frutas, licuados, aguas de sabor, ensalada de atún con verduras, y una que otra pasta. Cuál restaurante italiano, esta comida es más mexicana que nada, pensé.
El café que me sirvieron estaba muy rico y los chilaquiles también me gustaron, la tortilla no estaba dura como suele sucederme cada vez que pido este platillo, pagué $ 60 pesos por todo y quedé con la barriga llena y el corazón contento, pero más contento de ver que mi amigo salió caminando por su propio pie de ese Hospital, le ofrecí que probara algo de «I FRATELLI DI ROMA», pero no quiso, sólo quiso que lo llevara a su casa.