Debo decir que no era fan de esta marca, hasta que un día iba caminando hacia el tocador y un vestido azul marino de frente abotonado llamó mi atención, entré a dicha tienda y me topé con uno de mi talla, con unos relojes divinos, zapatos muy chic y quedé enamorada de Kenneth Cole, sus instalaciones están muy fresas y eso también le da mucha vista a la tienda, sus precios no son de lo más barato pero tampoco me parece que estén locos. La atención de los chicos es un poco perdida ya que si no eres ubicado como cliente frecuente como que no te toman tanta importancia en lo que buscas o en dudas que puedas tener, pero ya que te notan emocionada e interesada por saber más sobre algún producto, te atienden de maravilla. Si eres algo exigente en tus gustos de ropa o accesorios, no te puedes perder salir de este lugar con unos lentes de sol o un hermoso reloj.