Las Brasas del Bajío

Taquería con variedad de platillos a buen precio en un ambiente tranquilo, los platillos se destacan por ser elaborados al momento, son típicos mexicanos preparados a la parrilla y con buen sazón, entre sus platillos más populares se destacan tacos de arrachera (que es mi sugerencia principal), y las papas al horno, burritos servidos con frijoles charros entre otros. El lugar se destaca por su hospitalidad y calidez, su decoración ofrece estar entre una casa tradicional.
En cuestiones de mejora, yo le sugeriría al negocio que mejoren la atención al cliente ya que a pesar de tener varios meseros disponibles ninguno te atiende, considero que es por falta de organización.
Poner atención a los detalles pues se concentra mucho el calor en las mesas del centro ya que los ventiladores están apagados, No tienen publicidad y deberían fumigar más seguido ya que hay mosquitos.

Un lugar que solía frecuentar mucho con mi pareja y su papá, cada que mi suegro salía tarde de trabajar era una excelente opción ya que llegaba de madrugada y nunca estaba cerrado.
Es un lugar muy concurrido por la población cancunense, por ser muy limpio, rico, accesible y con ambiente agradable, tienen desde aguas naturales que saben deliciosas, hasta cocteles preparados, quesos fundidos, alambres, tacos, tortas, quesadillas, burritos y tacos.
El favorito de mi novia era el alambre chilango con tocino, cebolla, pimiento, queso y pastor, yo siempre optaba por una orden de papas, cebollitas cambray y guacamole. De las aguas podría recomendarles todas ya que probé las de melón, naranja, papaya, sandía, limón y siempre tenían un buen sabor, las pedía sin endulzar y para mi gusto eran bastante buenas.
La atención siempre ha sido excelente, la verdad es que sus meseros saben hacer bien su trabajo.

He ido muchas veces a este lugar y siguen haciendo la comida rica, tienen buen sazón y buen sabor, te atienden bien y el tiempo de espera es de 10 a 15 minutos (lo normal)
Fui con mi familia a cenar y todavía me sigo saboreando la comida, pedí un Alambre hawaiano porque me encanta, el alambre lleva jamón, pimiento morrón, carne al pastor, cebolla, piña y queso, junto hace la combinación perfecta, también pedí agua de horchata y me dieron un vaso enorme que no me terminé; te sirven lo suficiente (yo si me llené y hasta dejé comida) y el precio ni se diga en total pagamos $ 428 y comimos 5 adultos y 1 niño.
Pero probé la papa rellena de pollo con queso que pidió mi mamá y le hacía fala sal, ese fue el único defecto, a la hora de hornear las papas deberían de ponerle sal al agua.
El lugar es pequeño pero el ambiente es agradable, eso sí, cuando se llena hay que esperar para tener un lugar, solo abre de noche y lo puedes pedir para llevar.