Desde años soy fan de este sitio. No hay nada en la carta que no sea delicioso y bien preparado. Se especializan en comida mexicana y antojería, servido en muy buenas porciones, con la mejor atención y un toque muy especial en los platillos. Encuentras pozole rojo, verde y blanco, pancita, birria, sopa azteca y tarasca, caldo tlalpeño, enchiladas de mole, verdes, roja, suizas, estilo Guanajuato(mis preferidas), flautas tradicionales y de requesón con salsa dulce(otro de mis platillos predilectos) así como de postres típicos como flan, arroz, con leche, jericalla y así. Para tomar, tiene un limitada carta de vinos y licores, cerveza de grupo modelo y jarras de aguas frescas que en mi opinión son el must del lugar, en especial la de tamarindo. Está muy lleno los fines de semana y el viernes por la noche, pero sí vale la pena la espera. Tampoco cuenta con estacionamiento, ojalá pudieran arreglar eso.