IRLANDES CAFÉ & LOUNGE

Este fue uno de los primeros baresitos de la zona a la que llamo el «wannabe Condesa». Resulta que los fines de semana, pasar por Bosques de las Naciones en la noche, es como estar en la calle de Tamaulipas «región 4»: tráfico, guarros, gente esperando para pasar, música, vendedores de cigarros y dulces y todo ese mood, pero en su versión no tan nice.
La verdad es que para enfiestar no me encanta, es como muy… revoltoso, apretado y medio caro para lo que es, pero bueno, siempre trato de ver el lado bueno de las cosas, así que tengo que decir que alguna vez fui en domingo (terminé aquí porque los demás no estaban abiertos), así que eso le da un plus: si eres de Bosques y quieres echar una chelita con mood de bar en domingo sin tener que irte tan lejos, puedes ser buena opción (aún así, preferiría comprar un six y quedarme en casa).

Que el nombre del lugar no te engañe porque esto es más un bar que otra cosa.
En un principio, hace unos 6 años, cuando abrieron, el lugar era exageradamente barato, no iba mucha gente, pero el ambiente era agradable para ir en pareja o en grupo; pero desde hace unos tres años para acá, los precios subieron muchísimo, el ambiente se volvió más hostil y la música decayó.
Lo único bueno es que los jueves hay karaōke y las bebidas están a $ 40. Pero los viernes y sábados hay mucha gente, se ponen pesados en la entrada y nunca falta algún mala copa.

El Irlandés es en realidad un bar, ya que de café no tiene nada, no se dejen engañar por el nombre. Este lugar ha tenido varios giros, inició como una fuente de sodas y terminó como un bar. Tiene área para fumadores (por cierto es muy pequeña). El jueves es el mejor día para ir, ya que los tragos de cualquier bebida cuestan sólo 40 pesos, antes de las doce. Aparte los jueves hay karaōke, aunque debo admitir que si cantas dos veces en toda la noche serás afortunado, ya que le dan prioridad a la música bailable y existe algo de desorganización.
En viernes y sábado los precios los considero un poco caros, tomando en cuenta el lugar y la ubicación. Una desventaja son los vigilantes (trabajadores del Irlandés) que te cobran hasta cincuenta por estacionarte en la calle, y cuando sales ya no hay ni rastro de ellos, ni de tu dinero. El ambiente, aunque no es hostil, tampoco es relajado. Suele frecuentar el lugar, en su mayoría, grupos de amigos, no te recomendaría que acudas solamente con tu pareja. Ya que el ambiente no es propicio para ello.