Llegué aquí porque un cuate de la Universidad me dijo que este es uno de los basamentos piramidales más grandes del mundo. Tal vez lo es, pero yo solamente pude ver«la puntita» de la pirámide y la neta no me puse a medirla. Dicen los guías de turistas que un grupo de toltecas llegaron en el siglo XII por estos rumbos huyendo de los chichimecas y que por eso le llamaron«Cholollan», o sea«lugar de los que huyeron». La verdad yo recomiendo que si te animas a lanzarte y no eres experto en la onda prehispánica, mejor te consigas alguien que sí lo sea o un guía directamente en el sitio, porque si no está bien difícil entender de qué va. Las cédulas no son de lo mejor. En la punta del cerro, que recubre al resto del basamento piramidal, se encuentra una iglesia de finales del siglo XVI dedicada a la Virgen de los Remedios. Probablemente lo más llamativo es ver dos edificios de culturas tan distintas entre sí, uno debajo del otro, en el mismo sitio. Así que tómate el tiempo para verla de lejos y no sólo explorarla de cerca, quizá lo disfrutes más.