Embajadores de Cristo

Se dice que ir a la iglesia solo es para las personas mayores o para quienes solo llevan una vida recta. La verdad es que es el hospital de quien necesita sanar el alma y espíritu.
Me invito Sra. Leticia al ir las oficinas del correo, al ver que no podía empacar algo le ayude, ella cantando una alabanza me identifique con la letra y me agrado. Me invito a la reunión, pensé que serían puras personas mayores y tal vez me sentiría incomodo que me preguntaran como llegue. Pero las personas fueron muy amables sin hacer tantas preguntas y solo con una sonrisa para recibirme. La sorpresa fue cuando me presentaron a los jóvenes que fácil eran unos 20. No tan solo me hicieron sentir la bienvenida, sino también la oportunidad de conocer que no soy el único que busca más allá de la simple razón. Que hay una esperanza que sobrepasa el entendimiento. El momento más encantador es a la hora de tocar los instrumentos y que por cierto tienen un coro muy bien preparado.