Esta fondita es una de mis favoritas, aunque es sumamente pequeña, bien caben cuatro mesas en el interior y dos en la parte exterior. En realidad este lugar no tiene nombre, sólo sabes que hay comida por el olor y por supuesto por las mesas, pero todo el mundo la conoce o más bien, la ubica, por la Fonda Itzel ya que los dueños quienes atienden el negocio tienen una pequeña hija llamada Itzel, de ahí el nombre, está niña realmente es querida por todos los que desayunan, comen y cenan ahí. Par empezar los desayunos que ofrecen son súper completos, llenadores y muy pero muy baratos, podrás pedir unos chilaquiles verdes con huevo o pechuga asada, esto incluye tu café de olla, fruta con yogurt y granola, juguito, pan y tortillas por sólo $ 30 o $ 35 pesitos, y la comida está aún más deliciosa e igual de barata, también hay para llevar. En verdad debes visitar esté lugar porque no te arrepentirás jamás; el servicio es bueno, rápido y suculento.