Una vez tuve un problema tras llevar la navecita a un negocio donde me lo lavaron –el auto, pues descubrí que ese servicio fue tan malo que tuve que invertir en algunos aspectos mecánicos, mucho aire y una aspiradora. Por eso no reseñaré «cierto» autolavado. Pero bueno. Cuando estuvo seco, resulta que el sonido fallaba. Lo traje a Audio Power y en un par de horas me revisaron a fondo lo relativo al audio para descubrir qué es lo que estaba fallando. Eran unos cables de las bocinas que se habían pegado y estaban haciendo fuerte corto en todo el sistema eléctrico del auto. Cambiaron un fusible, ajustaron la instalación, y una vez reparado, lo probaron. Y si sabe a éxito, te lo entregan. Si no, siguen intentando hasta dar con lo que esté mal en el «ruido» de la nave. Así lo comprobé. Aunque todavía confío en el cortacorriente y en el bastón, pienso aventarme a que le instalen una alarma al carro, ya instalada sale en 700 pesos.