Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz

Vas caminando por las calles del centro histórico tapatío, hay un montón de gente por todos lados caminando con prisa, tratando de venderte algo, transitando de aquí para allá. Vas caminando por un andador y das vuelta a la izquierda hacia Av. Juarez y te topas con esta belleza arquitectónica.
La Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz esta ubicada en plaza universidad o también conocida como plaza de las sombrillas. Tiene una fachada peculiar, ya que en sus inicios este edificio fungió como templo, llego a ser cuartel y fue la primer sede de la Universidad de Guadalajara. Pero en 1991 nació la biblioteca aquí.
La primera vez que fui y entré a este lugar me impactó, entras y claro te registras, hay un espacio para dejar tus cosas en unos cubículos, pero entre la arquitectura de este lugar, las paredes son altas y puedes contemplar murales, tiene una cúpula y el techo también tiene murales, y vez la Biblioteca invadida de libros, acomodados perfectamente, y una mezcla entre la luz natural que alcanza a entrar y las luces de las mesas de estudio te envuelven en un ambiente único.
Quizá no es la Biblioteca más grande de la ciudad, pero si de las más bonitas sin duda, aquí encuentras libros de diferentes temáticas como Historia, Geografía, Psicología, entre otras. También hay un área dedicada a literatura infantil, con mesas y un espacio donde los pequeños pueden sentarse a leer.
La Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz también ofrece talleres y diferentes actividades para acercar a los ciudadano a la lectura.

Es parte del patrimonio Universitario, un lugar hermoso que vale la pena visitar y hacer uso del servicio que brinda a toda la comunidad estudiantil.
En alguna época fue utilizada como oficina de telégrafos y cerrada durante un periodo, después de ser restaurada, fue inaugurada como La Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz. Se pueden observar en su interior, murales y estructuras históricas como la puerta que es un tablero con la temática revolucionaria.
La colección de libros que se pueden consultar, son de ciencias, artes, literatura, historia, enciclopedias, diccionarios, una base de datos para consultas electrónicas.
La entrada es gratuita, solo piden dejar una identificación, no pasar con bolsas o bultos. Y entregan un gafete de visitante.
Es una experiencia muy agradable visitar éste recinto cultural.

Por qué ponerle a una Biblioteca el nombre del único premio Nobel de literatura en México… Je, je! Sólo estoy bromeando, con toda sinceridad, quiero decirles que el nombre no le queda nada chico a esta Biblioteca, es un edificio increíble y es toda una experiencia el venir aquí, mientras afuera es todo ruido y mucha diversión por dentro es silencio y mucha concentración, no deja de ser increíble… Mientras por fuera puedes admirar su arquitectura por mucho tiempo, por dentro puedes ojear libro tras libro siempre cautivo.
Como dato interesante desde el 2005 esta Biblioteca ofrece lectura especial en braille y un programa llamado Jaws, en el que las personas invidentes pueden escuchar audiolibros. Así que no hay excusas para no venir y cultivarse en este hermoso lugar.

La hermosa Biblioteca de la Universidad de Guadalajara es una de las más completas en literatura general y lenguas muertas (que cuando estás dentro de este edificio parecen más vivas que nunca, los libros casi te hablan). Es un espacio para venir a leer, trabajar o estudiar de manera discreta, el préstamo de los libros es conveniente con tu credencial de estudiante si perteneces al cuerpo académico de la UdG y la accesibilidad y amabilidad del personal es verdaderamente satisfactoria.
La última vez que estuve aquí grababa un video en el que se involucra la actividad editorial para los estudiantes de la UdG y los proyectos de lectura que con ellos estamos incentivando la formación del estudiante universitario. Me encantó ver a tantos jóvenes sentados en las mesas de estudio, preparando su espacio de aprendizaje, con libros de todo tipo, rodeados de los hermosos murales de Amado de la Cueva y el grandioso David Alfaro Siqueiros.
Sin duda es un lugar inspirador, relajante, fresco y con un desarrollo cultural muy grande, un patrimonio para Guadalajara que sin duda no puedes perderte.

Con toda seguridad y lejos del bullicio citadino, este es uno de los lugares más bonitos y tranquilos de Guadalajara. En los ćomodos escritorios con media luz de las lámparas y media luz del sol, es posible estudiar (hasta los sábados) o simplemente sentarte a leer un libro de la extensa colección (más de 40 mil títulos) de autores de habla hispana y portuguesa, además de ciencias, historia, arquitectura, entre otros rubros del conocimiento (ojo, no libros de texto o de materias como matemáticas, física, qímica, deportes, entre otros).
Aquí hice varios ensayos para la escuela, y ya por gusto me quedaba leyendo en la capilla de Loreto, anexa a la nave central, que también es «otra joyita». Ahí tienen periódicos e infinidad de revistas de interés.
Inició siendo templo (como casi todas las construcciones geniales que tiene la ciudad), pero a finales del siglo XVIII el lugar fue sede (breve) de la primera Universidad de Guadalajara, que era Real y Literaria.
Destaca que cuenta con área para invidentes; tienen más de 40 títulos en lenguaje braille; además, tienen área infantil por si llevas «peque».

La historia de esta biblioteca es una de las más interesantes. Se construyó en 1591 como parte de una colegio jesuita. Ya para 1827 se construyó la fachado o pórtico que la hace tan caracteristica, el encargado de su estilo neoclásico fue el arquitecto José Gutierrez. Después de sobrevivir al terremoto de 1875, en 1914, fue utilizada como cuartel revolucionario. Durante varios años, de 1948 a 1985, fue una oficina de telégrafos, hasta que a finales del 85 pasó a ser parte de la Universidad de Guadalajara y comenzó su función como biblioteca. ¡Pfff! ¡De película la historia! ¿O, no?
La biblioteca es hermosa, por dentro y por fuera, se antoja venir a leer un buen libro mientras el olor a libros viejos y el ambiente de tranquilidad te atrapan. Una de las cosas que admiro mucho de este lugar es que desde 2005 ofrece lectura especial en braille y no sólo eso, sino que cuenta con un programa que se llama Jaws, en el cual las personas invidentes pueden seleccionar libros online y el sistema los lee, así ellos lo pueden escuchar. Eso me parece simplemente asombroso.
A parte de su hermosa arquitectura e historia, hay una puerta dentro de la biblioteca que es muy famosa, fue hecha por Juan Hernández, un artesano nacido en Jalisco, y diseñada por el artista David Alfaro Siqueiros, también nativo de este bello estado. Dicha puerta representa de varias maneras el fanatismo, la ignorancia, la enseñanza, la opresión política y la libertad humana. Además, se pueden encontrar en ella los rostros de Lenin, Marx, Francisco Villa y Benito Juárez… Todo una obra de arte.
Imperdible visitar este lugar; se puede llegar caminando, en metro, en bici… No hay pretextos para no visitar esta bibllioteca.

El cruce de las Av. Juárez y 16 de Septiembre es uno de los más ruidosos de la ciudad. Se oyen los carros y camiones pasar, las ambulancias, un murmullo constante formado de todas las conversaciones de los transeúntes y algún otro grito, como si fuera el acento de la sinfonía de bullicio. Pareciera que el caos de Guadalajara tiene este código postal.
A unos pasos de esta estridencia está la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz. Aunque es un edificio con una fachada preciosa, nada te prepara para lo que encontrarás una vez que pases la puerta. Si afuera hay barullo, dentro hay calma y belleza. Es de esos lugares donde se puede sentir lo pequeña que es una persona en comparación a la historia que hay detrás de un sitio y de los libros que tapizan los muros de esta biblioteca.
Ya sea para perderse en un libro o para encontrar un poco de calma, la Biblioteca Octavio Paz es el lugar perfecto.

Este santuario del conocimiento vio sus primeros días bajo la Rectoría General del Lic. Raúl Padilla López haciendo un reconocimiento a la identidad cultural e intelectual de América Latina, Brasil, España y Portugal.
Tiene una historia bastante curiosa ya que no fue fundada como biblioteca, Inicio como Colegio de Santo Tomas hasta 1767, 25 años después se convirtió en la Real y Pontificia Universidad de Guadalajara de la cual ahora solo se conservo la capilla de Loreto, actualmente es conocida como Biblioteca Iberoamericana «Octavio Paz».
De las bibliotecas mas grandes que he visitado, muy buena para leer un libro, hacer una investigación o simplemente para caminar un poco entre sus pasillos, ese clásico olor a viejo y polvo hacen de este lugar uno de mis favoritos.
Con todos los servicios que te puedes imaginar, prestamos internos, paqueterías, consulta electrónicas, fotocopias, ficheros, cuenta en su acervo con grandes colecciones en Ciencias Sociales, Bellas Artes, Literatura, Historia, Obras de Referencia entre muchas mas.

Soy una admiradora de esta biblioteca fundada en 1951, además de que es publica, tiene ese diseño de los años 50. Lo que me encanta de este lugar es que capaz y no tiene todos los libros que buscas, pero cuenta con los más antiguos. Tiene secciones cómo: historia, ciencia, países, medicina, arqueología, entre otros.
Siendo una biblioteca publica, es muy hermosa por dentro, además imparte juegos y obras para los niños, así como lectura de cuentos. Es un lugar que tiene mucha seguridad, no te dejan entrar con mochila o cámara, solo celular. Tiene área de paquetería para guardar tus cosas y no cobran la entrada.
Cuenta con área especial para los invidentes y cursos de verano para los niños. La gente es muy amable y si vas te aseguro que te enamoraras como yo, no nada más por sus libros sino también por su preciosa arquitectura.
Además tiene su propia historia sobre que fue un cuartel, Instituto de Ciencias, asiento del Supremo Tribunal de Justicia y Escuela de Jurisprudencia; hasta que al final la convirtieron en biblioteca. Toda su historia te la cuenta en un muro de mármol que tienen en su entrada.

Vivir con Kris es increíble. No es mujeriego, me cocina, no tiene ningún problema en lavar trastes, siempre está de buenas, platicamos mucho en las noches antes de dormir y respeta mucho mis momentos de silencio. El problema en ese departamento soy yo. Casi todo el tiempo estoy escribiendo o estoy leyendo; dos tareas en las que necesito silencio. Kris llega con Isma o con algún nuevo amigo, ponen música y yo me quiero morir. Como domino que la loca soy yo, tuve que salir en busca de una cueva donde pasar tiempo a solas y en silencio sin ser interrumpida.
Encontré la Biblioteca Octavio Paz. Huele a madera, polvo y a libro viejo. No tengo señal cuando estoy ahí dentro y ese detalle también me enamoró. Leer solo en casa es rico, pero a veces es tan cómodo que te duermes. Aquí las sillas están lo suficientemente grandes para que no te de tortícolis, pero lo suficientemente duras para que nunca estés tan agusto. Las personas a tu alrededor también están metidísimas en lo suyo y si se te ocurre distraerte, volteas a verlos y te sientes mal por holgazán.
Hay préstamo de libros, dejan sacar fotocopias y la atención es excelsa. En pocas palabras, un lugar digno de llevar el apellido Paz.

Es la biblioteca más bella que he visitado. Desde que entras te sientes resguardado de la vorágine de basura, smog y ruido tan característica del Centro Histórico tapatío. El silencio es propicio para sentarte a leer y perder la noción del tiempo. A mí en lo personal me gusta leer a Galeano, aunque también he tomado algunos títulos de Benedetti. Las mesas son amplias y tienen lámparas con una luz blanca intensa, ideal para no cansarte la vista.
Los estantes superiores están delimitados por barandales de madera y es fácil observar desde la distancia las diferentes secciones. Nunca he tenido una experiencia desagradable en este recinto.

Inaugurada como biblioteca en 1991, este bello monumento forma parte de la enriquecida cultura de Guadalajara, nació con la intención de unir la producción de los países de America hispánica, Brasil, España y Portugal. Así como también, contribuir al conocimiento y reconocimiento de nuestra identidad cultural.
Creada durante la Rectoría General del Lic. Raúl Padilla López. En definitiva, da a todos los tapatios un derroche muy amplio de cultura que a lo largo de los años, nos sigue enriqueciendo como estado.
Ademas de gozar de una bella estampa, por la parte de afuera puedes disfrutar de una pequeña fuente donde todo mundo gusta de sentarse alimentar las palomas que rodean la imponente arquitectura de la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz.

Me impresiona mucho que son pocas las personas que conocen esta biblioteca. Se localiza en pleno centro de la ciudad y su fachada es realmente imponente. Aún así su popularidad no es muy grande.
Será la cultura mexicana o simplemente que no hay mucha publicidad, pero el lugar siempre se mantiene tranquilo. Claro, me pueden decir: «¡obvio! Es una biblioteca», pero aún así es escasa la asistencia.
Mi experiencia en el lugar no tiene nada que ver con libros, sino más bien con películas, ya que por aquello día teníà la encomienda de grabar un video y estaba en la urgencia de un lugar silencioso pero hermoso para grabar. Mi lugar era la biblioteca Octavio Paz.
Hablé con el encargado, le expliqué la situación y trabajamos un acuerdo para lograr las escenas sin interrumpir a las personas que estaban leyendo, estudiando y trabajando en el recinto.
Súper tip: si tienes un proyecto en donde requieras un escenario muy hermoso y medianamente iluminado te recomiendo que visites esta biblioteca y hablas con los encargados. Siempre viene bien la publicidad a estos bellos lugares que pocos tapatíos conocen.

La Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz, es uno de los mejores lugares para hacer trabajos, investigaciones, redactar guiones, leer, etc. Cuenta con un espacio agradable para sentarse cómodamente y empezar a trabajar. Las mesas siempre se comparten, es decir, no hay butacas individuales. Cada mesa cuenta con iluminación propia por si la de la biblioteca en general no te es suficiente. También tiene un área de computadoras para realizar búsqueda virtual, aunque si quieres buscar un libro, tienes que preguntar por las secciones o las áreas en que se dividen.
Es grande la biblioteca, no tanto como la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola, pero sí cuenta con corredores y pasillos enteros de libros y libros. En lo personal, me gusta ir a trabajara ahí, aunque admito que a veces me empieza a dar un poco de sueño, pero el lugar es muy agradable en su totalidad y cuenta con silencio absoluto.

Aunque me fascina leer, las bibliotecas nunca habían sido un lugar al que a mi me gustara visitar; nunca le encontré diferencia alguna entre leer en casa o leer en otro sitio, hasta que llegué a este sitio.
No puedo elegir un mejor lugar para pensar, estudiar o meditar. Este lugar se ha convertido en una especie de santuario del conocimiento. Es el lugar perfecto para abrir tu mente al aprendizaje.
Aunque la biblioteca no cuenta con libros de todas las asignaturas, sí tiene una gran variedad de títulos y editoriales.
Si el libro que buscas no está ahí, puedes llevar tus propios libros y utilizar la biblioteca como espacio de estudio.