Habemos gente que somos un poco nerviosillas y nos gusta mordernos las uñas, vaya confesión la mía. Por eso es que acudí a este lugar a ponerme uñas. Mi sorpresa fue que a pesar de ser un lugar pequeño y no tan publicitado la manicurista resultó toda una experta en esto de la decoración de las uñas, así como un amplio surtido de técnicas, colores y texturas, según un hermoso catálogo que me mostró. Con una plática amena mientras me ponía las uñas al rededor de 1 hora, finalmente salí con uñas estilo francés, no muy largas y muy bien hechesitas, especial para quienes no somos expertas en esto de la uña postiza. Solo atiende con cita.