Cuando recién entre a la Universidad solía venir aquí a bobear con una amiga. Era interesante ver toda la cantidad de productos que el sexo y las relaciones íntimas pueden llegar a crear. Aquí venden de todo desde dildos, hasta ropa interior comestible, condones que brillan en la oscuridad y todo lo que vas a necesitar para celebrar la despedida de soltera de tu amiga«la mocha». Tiene su sección, incluso, de películas porno y no importa aquí la orientación sexual. Hay juguetes para todos, sin discriminación alguna. Aunque era interesante ver la cantidad de productos que se venden aquí, yo siempre venía por lubricante. Algo que siempre me llamó mucho la atención es que vendían un vibrador que tenía una forma muy extraña, se parecía a la escultura de los Cubos de Vallarta. No entiendo como eso le puede funcionar a alguien.