La Fragola

Recuerdo la primera vez que comí nieve aquí, mi padre tenía un paciente cerca, yo tenía alrededor de 12 años y nos dejo en La Fragola para que no nos aburriéramos mientras el daba consulta.
Mi hermana y yo nos lucimos y pedimos cosas enormes como un Vesubio y un banana split que obviamente no nos pudimos terminar, de hecho tuvimos que esperar a que mi padre saliera, con esperanza de que fuera pronto, para que se las viniera a terminar.
La calidad de las nieves que usan para hacer los postres no es de la mejor, pero aún así, todo lo que esta preparado sabe muy bueno. Lo malo son los precios que dependiendo del antojo qe tenga se me hacen caros o baratos.

Amo los banana split de este lugar! La verdad es que en general las nieves que ofrecen son súper ricas, yo soy amante de ir y pedir algo diferente cada vez que lo visito. Más allá del sabor, creo que todo tiene que ver para que me guste consumir en La Fragola.
El lugar está muy lindo, el ambiente es relajado y a veces se vuelve un poco romántico. La temática que tienen hace que todo el ambiente gire en torno a uno mismo, nada se pierde ni sale de contexto, cosa que para mi es muy importante. Los precios varían pero en general me parecen razonables, es cuestión de gustos y de lo que pidas. El servicio también es muy bueno, son súper atentos y amables y buscan que estés satisfecho con el lugar y el sabor.

Es un lugar medio feito por fuera, pero al momento de entrar me recuerda mucho a las heladerías de antes, a las verdaderamente de antaño, no tiene un concepto intencionado simplemente se quedaron atrapados en los 80’s y nunca se renovaron, pero eso es lo que lo hace especial.
Me encanta venir por un banana split y compartirlo con mi novio, pues él es quien me mostró este lugar y además está muy bien servido el banana y a mi no me gusta la nieve de fresa, así que se la dejo a él en vez de pedirlo sin ella. De hecho es un lugar para eso: llevar a tu novia por un postresito y después pasarse al cineforo a ver una película en el cine de antaño de la UdG.

Esta nevería es de las neverías mas tradicionales de Guadalajara porque tiene muchos años en funcionamiento; no solo se encargan de preparar helados pero tambien tiene otros productos para ofrecer. Es un ambiente muy agradable y se disfruta mucho de ir acompañado de la pareja o de la familia.
Sus nieves son deliciosas, tienen mucha experiencia en ello y la verdad es que se llevan de calle a muchas otras neverías de la zona. Muy recomendable este lugar para pasar una buena tarde.

La Fragola se especializa en preparar el atasque de helado. Es decir, si te parece poca la cantidad de calorías que una buena bola de helado ya le puede proporcionar a tus chaparreras siempre está la posibilidad de adicionarle: chocolate líquido, crema batida, cajeta, nueces, chispas, más chocolate sólido, frutas o dulcecillos…
Pues sí, somos muchísimos los que nos hemos hecho fervientes creyentes en que la felicidad se puede congelar y servir en forma de bola nadando en mermelada o cualquier otra sustancia que multiplique su dulzura exponencialmente. ¡Deliciosas las copas que preparan en Fragola!

Son de las nieves más ricas que he probado, el lugar está muy agusto para que vayas con un galán o galana que tengas por ahí, lo hacen ver muy romántico para que puedas compartir de un helado con quien tanto quieres.
Pero no te preocupes si no tienes pareja puedes e con tus amigos y familia, el chiste es disfrutar y verán que como se sofrita más cuando están todos juntos con postres al centro de la mesa y compartiendo los diferentes sabores que La Frágola ofrecen para ti.
No sé como siga el lugar, pero si me había tocado que aparte de postres vendieran comida y eso está súper bien por que no todos somos dulces todo el tiempo, necesitamos de algo salado para terminar con un rico postre, pedimos pizza y es como a la leña por que estaba muy delgado ya y muy rica, son esos lugares que si quieres volver a ir, sólo que están muy lejos de mi por eso no he vuelto, pero para todos los que viven por esos rumbos les recomiendo que se den una vuelta.

Un lugar de postres al estilo antiguo, yo sólo he probado sus nieves y la verdad sí me gustaron desde la primera vez que fui. También venden pasteles, gelatinas, etc. pero lo padre del lugar es su toque estilo vaselina. Las clásicas copas en donde te sirven la nieve y si vas acompañado pues te lo sirven con los dos clásicos popotes de color rojo y blanco.
El lugar está pequeño, pero para mi gusto está bien por tratarse de una nevería, lo malo es que encuentra en una avenida muy transitada, por donde pasa mucho camión y eso lo hace muy ruidoso, pero ya estando adentro te olvidas un poco del ruido.

Fundada en 1983 es una de las heladerías con más años de Guadalajara, hoy en día no solo consiste en heladería sino que ha ampliado su menú para abarcar comidas como pizzas, bocadillos, desayunos, café y cervezas. Todo ello sin perder el toque familiar que le es concedido por la concurrencia de clientela desde los inicios de su apertura.
Las mesas conservan un toque de heladería antigua, con sombrillas sobre ellas y el servicio amable de meseros y personal en general, con colores vivos adornando las paredes y cuadros a juego con imágenes de sus helados.
Ya que tiene como foco principal su variedad de helados y postres con esta base la cantidad de estos en el menú abarca muchas variantes, con fruta, con caramelo, con pastel, en copas, en conos, en forma de volcán cuyo centro de azúcar es encendido por un mesero creando un espectáculo de fuego que se funde en el helado.

Entrar a La Frágola es dar un viaje al pasado, en sus paredes puedes ver pósters, invitaciones y publicidad original de los años ochenta, toda relacionada con esta nevería cuyo punto más alto en fama fue hace 20 años, eso no significa que su calidad haya bajado o que sea un mal lugar, solo que envejeció y es curioso porque hasta sus sillas y mesas se sienten como atrapados en el pasado.
Aquí vas a encontrar helados de buena calidad, su especialidad son las confecciones más elaboradas, es decir, una bola no será suficiente, aquí te preparan copas con muchos sabores, frutas, cremas, chocolates y más delicias.
Hace algunos años tenían teléfonos en cada mesa, para que los asistentes pudieran llamar a las mesas donde estuviera alguien con quien quisieran ligar y platicar, es muy curioso el concepto y los helados son de calidad, te recomiendo que te des una vuelta, tomes fotos porque hay hasta pósters de conciertos de hace 20 años en Guadalajara, y también que cuando andes por la zona y quieras un buen postre, le des una oportunidad a este negocio que se ha mantenido más de 20 años en medio de la competencia de la zona.

Quien me conoce, sabe que amo los postres: pasteles, nieves, etcétera. Y La Fragola es uno de esos lugares donde su carta principal son postres, para ser más exacta, helados. Nieves de todos los sabores, especialmente los clásicos que tienen frutas como plátanos y fresas.
Las veces que he ido es con algunos amigos, para platicar cómodamente, sin mucho ruido y antojándonos con todo lo que venden adentro. Las copas que dan generalmente están bien surtidas, atascadas de nieve, con chocolate líquido, crema chantilly y frutas; el sabor es completamente tradicional, pero yo diría que único en la ciudad.
Esta nevería creo que es de las más antiguas en Guadalajara, con más de dos décadas de existencia. En realidad, si entras al lugar, encontrarás que las mesas y sillas son como de cafetería antigua, se nota.
Si tienen muchas ganas de nieve y probar algo «nuevo, pero viejo», les recomiendo este lugar; mínimo una vez, para conocer y que no les cuenten.