La Rotonda

Ubicado a pasos de la emblemática Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, este hotel empedrado es de lo más socorridos en Guadalajara. Probablemente sea no solamente por su evidente ubicación céntrica, sino por la maravilla arquitectónica que es además de la sorpendente culinaria que ofrece.
Sin duda recomiendo hospedarse en este bello hotel a todo aquel que quiera gozar de una estancia cómoda, estéticamente atractiva y con acceso a platillos que consientan al paladar.

Aunque nunca he sido fan de los hoteles y siempre prefiero los hostales, La Rotonda fue algo encantador y un lugar al que regresaría cada vez que se pudiera.
Su ubicación cerca del homónimo monumento lo hace accesible a pie de todo el bello centro de Guadalajara.
Además su aspecto antiguo con muros similares a los de Adriano (ok, esto es muy exagerado, jaja) hizo que me costara trabajo salir a la calle pues prefería quedarme en el interior.
Finalmente puedo decir que la comida fue muy rica y que, en efecto, este lugar es bien conocido por su cocina, que a muchos complace.

Si no fuera porque el señor que te da la bienvenida en el lobby está vestido de traje, en lugar de traer un bombacho traje virreinal, uno pensaría que, aparte de estar entrando al hotel más popular del centro de Guadalajara, está viajando en el tiempo y preguntándose cuántos reales hubiera costado el hospedaje. Pues no tantos… Porque la verdad es que para la popularidad y céntrica localización no tiene precios demasiados elevados.
No sé cómo sea hospedarse en él, porque no he tenido chance de hacerlo, pero sí sé cómo es comer aquí y la experiencia de viaje al pasado también se replica; no sólo por el entorno y porque siempre pido huevos al albañil (que me suena a platillo de raigambre virreinal), sino porque a veces son tan lentos para atenderte que no les caería nada mal, también a ellos, uno que otro viaje temporal.

Que hotel tan más bonito y céntrico es este. Como yo soy más de hosteles no me he hospado aquí pero no descarto la posibilidad de hacerlo algún día, y es que en su restaurante venden comida bien rica, de hecho, tienen un jardín padrísimo donde tienen mesas con sillas y puedes desayunar bien a gusto.
De este Hotel llama mucho la atención su fachada tipo rústica /​colonial (jeje) y es que tiene una combinación de piedras en color vino con cantera blanca y puertas y accesorios de madera. Muy padre.
Mucha gente, que viene a Guadalajara anda buscando este hotel, es uno de los preferidos de los turistas.

Este hotel es de los más antiguos del Centro de Guadalajara. Su nombre se debe a que se encuentra a una calle de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres. Es un edificio no muy grande, con piedra de color tinto en la fachada. Para mí, es de los más bonitos que pueden encontrarse en el centro.
Varias veces he entrado al restaurante. Suelen hacer reuniones y ruedas de prensa en el patio central, donde acomodan mesas, te ofrecen café, galletas y te sientas tranquilamente. Los desayunos son ricos, te quitan el hambre y conoces buena cocina.
Yo diría que este hotel es de los mejores que se pueden encontrar en el centro, ya que queda cerca de todo: museos, monumentos, parques, edificios públicos y de cualquier cosa. Yo recomiendo a los turistas que lo visiten, pues siempre se encuentra lleno de gente y agradable.

En este hotel se han hospedado varios amigos que visitan la ciudad, y lo recomiendo al 100% además de su excelente servicio, la comida de este lugar es muy rica, cuando tengo alguna comida de trabajo me gusta agendarla aquí.
Las instalaciones son muy tradicionales y los desayunos en su patio son muy acogedores, su buffet de antojitos mexicanos está «para chuparse los dedos».
Para cualquier turista es la opción perfecta ya que se ubica en el centro de la ciudad, rodeado de todos los sitios que guardan la historia de la ciudad, como la catedral y el Teatro Degollado.