Okuma Sushi

Puedo apostar que he ido a la mayoría de los Okuma (porque es de mis restaurantes favoritos) y este en específico es mi consentido, aparte de que la colonia es muy bonita y por cierto de mis preferidas, el ambiente es súper fresco, hay zona para niños (pequeña, pero funciona para dejar a los niños mientras esperas tu comida). Los Okuma desde mi punto vista tienen un ambiente muy armonizador, muy limpio, colores neutros y decoración con mucha vegetación.
En cuestión de la comida y el servicio, siempre quedo satisfecha, ya me aferre a varios platillos por miedo de que no me gusten algunos nuevos, pero cuando me atrevo a hacerlo siempre termino feliz como este emoji C:
En fin lo recomiendo demasiado y espero que cuando vengan lo disfruten tanto como yo.

Yo no soy muy fan del okuma, incluso hubo un tiempo en que lo odie porqué mis amigos me llevan a las mismas sucursales incluso íbamos una vez a la semana de ley. Hasta que conocí esta sucursal. Sólo conozco cuatro okumas. Y este definitiva mente me encanta.
No tiene nada fuera de lo normal, no hay platillos especiales, no tienen vasos de cristal ni nada diferente en cuanto al menú y servicios.
Hay algo extraño que me paso a mi y me di cuenta fue que en los okumas que conozco el lugar normalmente esta reducido, se llena mucho y eso hace que me en gente muy rápido. Además de que el color principal del okuma es rojo y resalta mucho en los locales en mi persona puede que eso haga que el ambiente me haga comer rápido y quiera irme porque me irrita.
Cuando fui a esta sucursal no me paso eso afortunadamente las veces que me a tocado venir hay muy poca gente, el ambiente es muy ameno. El diseño del lugar me gusta, no hay un exeso de rojo para mi gusto, tampoco es la cosa más genial del universo. Puedo comer agusto, lento, sin ganas de irme rápido incluso después de comer hay una pequeña charla. Y bueno visitenlo.

Querido lector, hace mucho que no escribía una reseña, en parte por falta de tiempo cuando hago check in o porque ya tienen muchas reseñas algunos lugares. Sin embargo, el día de ayer que visite este lugar me motivo a escribir una reseña. Antes que nada quiero aclarar que lo que voy a escribir no lo hago con el afán afectar a terceros ni para crear una mala reputación, sino más bien con la intención de lograr que los dueños y encargados tengan más conciencia sobre el servicio al cliente, y los consumidores tengamos la noción de que merecemos un buen servicio.
El día de ayer fui a comer a este lugar con mamá, tenía semanas tratando de convencerla por ir ahí porque traía ya el antojo de unos sushis, hasta que por fin se me hizo y que decepción me lleve. Llegamos cerca de las 15:00 hrs y claro, el lugar estaba lleno ¡que bueno por ellos! (pensé erróneamente) cuando por fin hubo una mesa disponible, pasaron más de 15 minutos para que alguien pudiera ir a limpiar la mesa, y nos tomara la orden de las bebidas, las cuales tuvimos que volver a pedir porque no llegaban.
Otros 20 minutos después (aproximadamente, digo tampoco tenía reloj en mano) ordenamos dos rollos y continuamos con la platica, esperando que pronto disfrutaríamos nuestra comida. Muchas mesas empezaron a desocuparse y la gente se iba, transcurría el tiempo y no llegaba nuestra comida, ni los meseros se acercaban a preguntar si algo faltaba. Cuando noté que ya teníamos una hora ahí (lo confirme con mi check in eso sí) y no se veía señales ni de nuestra comida ni del interés de nadie del servicio, me paré y hable directamente con una de las encargadas, quien amablemente escuchó mi queja de que teníamos una hora en el restaurante y no teníamos nuestra comida aún, y que nadie de los meseros nos había puesto atención, ni ofrecido más bebida ni nada, le dije que honestamente ese no era servicio al cliente y que era su responsabilidad no descuidar a los comensales que van llegando por los que ya están. Se disculpo y me aseguró que pronto llegaríà la comida.
Así fue, cuando regrese a mi mesa, a los pocos minutos llegaron los rollos de sushi que pedimos ¡por fin a comer! cuando, lamentablemente, notamos que uno de los rollos no era el que habíamos pedido ¿neta? ¡una hora esperando nuestra comida para que no estuviera bien la orden! otra persona, me imagino que otro de los encargados, se acerco a la mesa para preguntar que si todo estaba bien (él había escuchado mi queja con la otra encargada anteriormente) y le dije que no, que además del disgusto de haber esperado una hora para comer, la orden llego mal pues habíamos ordenado un rollo y llego otro, ofreció cambiarnos el rollo pero le dije que ya habíamos esperado una hora para comer, que teníamos hambre y que no pensábamos esperar otra hora para que el rollo estuviera listo, se disculpó y fue a checar la comanda.
Al parecer hubo una confusión al ingresar la comanda y por algún motivo se ingresaron 3 rollos (sabe por qué si solo pedimos dos) al final nos dieron el rollo que sí queríamos para llevar y no lo cargaron a la cuenta, por aquello de la confusión y el inconveniente de esperar tanto por la comida y el servicio.
Finalmente la atención de los meseros estuvo muy bien (claro, después de la queja viene el buen trato) y hasta por parte de los encargados. Sí comimos muy rico, debo admitir que dentro de todo este ajetreo descubrí uno de mis rollos favoritos, el Villa Banana (por fuera es plátano macho), lástima que no fue el día ideal para descubrirlo, pero bien dicen «no hay mal que por bien no venga».
Honestamente espero que no sean muchas personas las que tengan que atravesar toda esta experiencia con sabor amargo, porque normalmente es un lugar de calidad en sabor y servicio. Ya veremos que pasa la próxima visita.