No es precisamente el lugar más cómodo para comerte una deliciosa torta ahogada, incluso tuve un accidente con el platito del chile; no sé cómo pasó, pero con mi torpe brazo moví el vaso del agua y el plato salió volando y manché el piso del lugar. Yo más bien le echo la culpa a la barra donde pones tu comida por que es realmente pequeña y resbalosa. Tenga cuidado! Además, el localito se llena un buen, pues solo le caben unas 15 personas sentadas, por eso no le extrañe ver gente comiendo parada en la banqueta o comiéndose su torta en bolsa. Llamó mi atención que en vez de cebolla rebanada y desflemada, te ponen col cortada en pequeños cuadritos y que las carnitas son muy sabrosas. El agua fresca también es una delicia. Sí son muy ricas estas tortas pero yo las pediría para llevar y comerlas en la comodidad del hogar u oficina.
Arturo G.
Rating des Ortes: 3 La Mezquitera, México
Un local sobre la calle Camarena en el centro de Guadalajara se muestra en ella de paredes blancas y decoraciones rojas, mesas y sillas rojas, un refrigerador rojo y el fondo blanco de las paredes. Entre las múltiples opciones de tortas ahogadas que ofrece Guadalajara se ha perdido el inicio y original fabricación de este platillo, en un inicio las tortas ahogadas se sumergían en salsa picante y quien quería podía agregar después salsa de jitomate, hoy en día es al revés, se sumergen en la salsa de jitomate y si se quiere se le agrega salsa picante. En tortas ahogadas Enrique y Familia la tradición se mantiene, una tradición de enchilamiento y tragos largos, un tanto desesperados, por parte de los comensales para apagar el fuerte calor que sienten bajando por sus gargantas, este acto no se convierte en una tortura solo por el hecho del buen sabor, entre la sensación fuerte del chile, la combinación de sabores.
Judith G.
Rating des Ortes: 4 Vancouver, Canadá
La peculiaridad de estas tortas es que no están hechas de carnitas, aquí el relleno es lo mismo que le ponen al chicharron de puerco: oreja, trompa, buche, etc. El lugar es pequeñito, hay unas 6 sillas, y el día que llegué a estas tortas por azares de la desvelada y la fiesta del día anterior fueron lo único que me alivianaron para poder seguir mi camino a casa. Sus salsas y condimentos son ricos, nada fuera de lo común, pero sin duda en aquel momento en que se aparecieron las ahogadas del Viejo, fue como encontrar con un oasis rejuvenecedor.
David M.
Rating des Ortes: 4 Guadalajara, México
Yo no soy de los que acostumbra comer una torta ahogada para remediar la cruda, pero un día andaba con un par de amigos por el rumbo y no habíamos desayunado. Ya era tarde y uno de ellos sugirió las tortas de El Viejo. Yo estaba algo asqueado de la noche anterior, pero decidí hacerles segunda porque había escuchado muy buenos comentarios de estas tortas. Las pedimos para llevar y nos fuimos a casa de uno de nosotros a comer. Recuerdo que había un partido de futbol y no sé en qué momento del primer tiempo yo ya me había devorado mi torta. Me supo buenísima, y no, no era por el hambre ni por la cruda. Realmente estaba muy buena. Recomiendo pedir la de lengua. La carne es muy suave y las salsas están de lujo. Definitivamente es un buen levantamuertos.
Mónica M.
Rating des Ortes: 4 Mexico City, México
A recomendación de Silvio, mi nuevo amigo tapatio, fui a comer tortas ahogadas de don Enrique porque según él si no comes tortas ahogadas en Guadalajara, en realidad no viniste a Guadalajara. Yo le dije que ya las había probado, pero él insitió en que no sabía lo que decía. Fui con hambre un día en la tarde a ver que pasaba, y pasó que me perdí y no di con las tortas hasta media hora después, así que cuando llegué juraba poderme comerme un elefante. Le hice caso a Silvio y pedí una de lengua de cerdo y chicharrón y unos tacos porque según yo tenía mucha hambre. Al final me comí bien feliz la torta ahogada, pero los tacos no hubo forma y los tuve que pedir para llevar. De regreso me di cuenta que Silvio tenía razón y, mejor aún, que ya no tenía que preparar cena!
Karen G.
Rating des Ortes: 5 Guadalajara, México
Mi hermano fue el que inició mi devoción a la tortas ahogadas, pero no las tortas ahogas normales de pierna o de carnitas, sino las de chicharron. El primer bocado que tome, sentí que fui al cielo y con algo tan simple. La historia de este lugar es legendario, Enrique el Viejo es un hombre que tiene años en este negocio y prepara las mejores tortas ahogadas de Guadalajara, según la historia que me contó mi hermano. A decir verdad si vienen a este lugar quedaran encantados, lo único que puedo decir es que es lo mejor y algo muy diferente. Por el precio no se preocupen es demasiado accesible y la atención al cliente es eficaz, rápida y muy amable. Apesar de que es un lugar pequeño y un poco perdido en nuestra ciudad, la comida es riquísima. La salsa para las ahogadas que venden es lo caro porque lo venden por litros y es muy demandado por la clientela. En fin este lugar lo recomiendo 100%.