Soy una admirador de este negocio, pues se dice que iniciaron hace muchos años con un puestecito muy pequeño, hoy es un restaurante de dos pisos y casi diario se les llena. Yo paso por aquí casi todos los días y una que otra vez he llegado a comer con mis compañeros de trabajo, incluso por unas deliciosas micheladas, muy de moda para combinar con los mariscos. Y como tengo un hijo«cevichero», también he traído a mi familia a comer aquí y me sorprendió mucho que la carne del ceviche de pescado es picada en trocitos y no molida como en otros lugares. Además muy rico y te sirven muy buena cantidad, como para diez tostadas. El pescado dorado también es muy rico, lo sirven crujientito acompañado de un arroz amarillo y una ensalada de zanahoria con col y crema. No tiene estacionamiento por lo que recomiendo de vuelta en la curva,(justo donde se encuentra este restaurante), continúe y a una cuadra hay una callecita donde se puede estacionar.