Brambila fotografía

Eran las… no sé qué de la mañana, me había levantado desde temprano para arreglar las cosas y todo el papeleo necesario para inscribirme en la secundaria.
Yo siempre había ido en la tarde y madrugar no era cosa mía, de hecho aún no lo es.
No hacía falta nada, excepto que noté que todavía no tenía las fotografías tamaño infantil en blanco y negro, donde uno sale super lamido de vaca. Pues bien, otros compañeros y amigos de la donde vivía fuimos llevados a este local donde nos prestaron a cada uno una camisa blanca (como nos piden en los certificados y documentos importantes).
El fotógrafo muy amablemente nos acomodó los cabellos que no se dejaban domar, asegurándose de hacer un buen trabajo. Regularmente no me gusta tomarme fotos, y hasta creo que en esa época estaba de moda el hacho de que no nos gustara tomar fotos (yo aún sigo con eso), pero sin duda cuando es necesario, es necesario.
Al cabo de un rato de espera las fotografías sin brillo, en papel mate y con la imagen de una cara más despejada que un cielo azul y claro, nos fueron entregadas. Listas para presentar en la inscripción.

No tengo muy claro desde cuándo, pero si se trata de fotos para documentos oficiales, solicitudes de empleo, pasaporte, etc.; desde hace tiempo yo solo voy ahí con el señor Brambila. Es uno de esos estudios fotográficos que tienen cualquier cantidad de años al servicio de la comunidad en la delegación de La Mesa.
Es claro que el avance tecnológico en cuanto al proceso e impresión de fotografías ha favorecido el surgimiento de muchos lugares que se anuncian como «profesionales». Sin embargo, y porque he trabajado en áreas de control escolar en universidades privadas; y recibí cada foto mal impresa, mal cortada, con pésimo equilibrio de luz y contraste… estoy convencida que no a cualquiera le puedes confiar trabajos que, por si fuera poco, cobran carísimo.
Mi último servicio fue con las fotos para mi titulación de la maestría. Quedé más que satisfecha, el papel, de entrada es fotográfico (no cartón como entregan algunos), y la calidad de la impresión: excelente. Justo para un documento que es para toda la vida. Amé la foto de mi cédula.
No he probado sus servicios de fotografía social, pero las muestras que tienen en las paredes lucen muy bien hechas: buena composición, iluminación, encuadre. Se los recomiendo.