Carnicería los naranjos

Cuando comemos lo que sea, casi siempre se culpa por bueno o malo al cocinero y dejamos pasar desapercibido algo fundamental, los ingredientes. Por ejemplo unos bisteces a la mexicana, si no están buenos decimos que cocieron la carne de más cuando en realidad la carne estaba fea sin importar cómo la cocinaran.
Hubo una reunión con unos amigos, habría carne asada y películas en casa de un amigo que tiene un patio perfecto para poner el asador. Estuve en el un rato y fue que pensé en eso, sacaba los filetes de carne muy rojos y parejitos, solamente le ponía sal y cuando la agarraban para preprarsela en sus platos me decían que tenía buena mano. En realidad no hice mucho, nada más fijarme en que no se pasaran de cocción, era arrachera.
Al final pregunté dónde habían comprado la carne y había sido en esta carniería.

Por motivos de salud, de calidad de carne y de economía, vi que comprar la carne que consumamos en la carnicería «de la colonia» es la mejor decisión que podamos tomar. A aparte de que ayudamos a un negocio mexicano y local, estos lugares no cuentan con las grandes sumas de dinero con las que cuentan grandes súper mercados, por lo que la mayoría no atasca a sus animales de hormonas y demás químicos horribles, y los precios son muchas veces más baratos.
Y en especial esta carnicería me encanta, cuentan con un horario súper extenso como lo pueden ver en los datos del lugar, abren los 365 días del año! Y créanme que sí! Yo fui el 1º de Enero a comprar carne, y aunque me platicaron que les solio la cabeza por la desveladota del 31, aun así estaban trabajando y con la mejor actitud, esto es algo que los caracteriza mucho, el día que vayas, a la hora que vayas te atienden con una rapidez impresionante (y muchas veces están llenos de gente), con una gran sonrisa, y te ofrecen varias soluciones si aún no sabes exactamente que llevar.
Cuentan con una variedad de lácteos naturales, deliciosos, son de un estilo casero, el queso… uuuuuff! Se llama queso adobera, es de esos que se gratinan delicioso, y se les escurre esa lechita que no quieres dejar en el plato… mmm… te chupas los dedos. (No como los del super que la mayoría ya saben a plástico y ni se derriten bien) Algunas salsas también caseras y muy ricas, tortillas, y uno que otro antojito como una paleta o un chocolate para después de comer. Y no se quedan atrás, también aceptan tarjetas por si esa opción te facilita el pago.