Este establecimiento se dedica a la venta de churros de azúcar y bolitas de harina con azúcar está localizado cerca del Templo de Carmen en la calle atrás, lo conozco desde hace ya varios años ya que la dueña del establecimiento era amiga de mi abuelita. Entonces en época de frio, a mi abuelita se le antojaba mucho unos ricos churros con un chocolatito calientito y siempre los compraba de este lugar y la verdad es que a mí me encantaba que comprara y nos diera esto como merienda. Los churros son mis favoritos, la masa está súper rica y crujiente, me encantan; además creo que no están tan grasosos. La verdad las bolitas de masa no me gustan, hay muchas personas que si les gusta su sabor, pero pues depende de cada quien. El lugar es limpio y el servicio es bueno, las personas que atienden son muy amables y serviciales.